Un encuentro científico para analizar el impacto de la insuficiencia cardiaca en la República Dominicana concluyó que es importante definir una hoja de ruta orientada a propiciar cambios en el sistema de salud que hagan posible atender adecuadamente las necesidades de los pacientes y al mismo tiempo asegurar la sostenibilidad financiera del sistema de salud.

El impacto de esta patología en la población dominicana demuestra que la enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de muerte en el país, indicó el doctor Julio A. Castaños Guzmán, rector de la Universidad Iberoamericana (Unibe), una de las entidades que participaron en el evento.

Expositores

El doctor Robert Paulino, investigador y director del Instituto de Medicina Tropical y Salud Global, presentó la incidencia y prevalencia de la insuficiencia cardiaca y la carga que representa para el mundo, sus sistemas de salud, pacientes y la sociedad en general.

Grisel Canahuate, cardióloga del Hospital General de la Plaza de la Salud, con base en información clínica local del estudio de carga de enfermedad realizado por la Unibe, se refirió al estado de esta enfermedad en República Dominicana.

“Para la insuficiencia cardiaca necesitamos una política sostenible basada en la evidencia científica que permita un cuidado multidisciplinario de calidad desde la prevención hasta los estadios más avanzados”, señaló Fausto Warden Taveras, presidente de la Sociedad Dominicana de Cardiología (Sodocardio).

Incidencia

La insuficiencia cardiaca es una enfermedad cardiovascular en el que el corazón no bombea la sangre que el organismo requiere para ejecutar sus funciones habituales, porque se ha convertido en un músculo débil o demasiado rígido para realizar su función.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Particularmente, la insuficiencia cardiaca puede ser más peligrosa que muchos tipos de cáncer y representa una de las causas más frecuentes de hospitalización en mayores de 65 años.

Actualmente, más de 20 millones de personas en el mundo viven con esta enfermedad y se calcula que en República Dominicana más de 200,000 personas la padecen.