Las autoridades de Sri Lanka no atendieron las advertencias de agencias de inteligencia sobre la amenaza de un ataque de un grupo islámico radical al que las autoridades atribuyen los ataques del Domingo de Pascua en el que murieron casi 300 personas, dijo el lunes el ministro de Salud del país.

Las explosiones coordinadas que golpearon iglesias y hoteles de lujo en Sri Lanka fueron obra de siete atacantes suicidas de un grupo armado esrilanqués llamado National Thowfeek Jamaath, indicó el ministro, Rajitha Senaratne.

Agencias internacionales de inteligencia habían alertado varias veces a partir del 4 de abril, dijo Senaratne. El 9 de abril, el Ministerio de Defensa escribió al jefe de policía con información que incluía el nombre del grupo, señaló. El 11 de abril, la policía escribió a los responsables de la división de seguridad judicial y diplomática.

En un primer momento no estaba claro qué medidas, en su caso, se habían tomado al respecto. Las autoridades dijeron que se sabía poco del grupo, salvo que su nombre aparecía en reportes de inteligencia.

Debido a la disfunción política en el gobierno, dijo Senaratne, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, y su gobierno no fueron informados sobre esos reportes hasta los ataques. El presidente Maithrela Sirisena, fuera del país en el momento del ataque, destituyó a Wickremesinghe a finales de octubre y disolvió el gabinete.