El Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) en México subestimó sus ingresos, gastó más de lo presupuestado y aumentó en 46 % la deuda pública, informó este miércoles el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). 

En el informe «Las cuentas del sexenio pasado», presentado este miércoles, el centro concluyó que en seis años el Gobierno de Peña Nieto gastó en total 1,8 billones de pesos (unos 96.800 millones de dólares) adicionales a lo previsto originalmente en su Administración, es decir, una variación del 9 %.

Esto porque estimó gastar 20,7 billones de pesos (1,08 billones de dólares) cuando en realidad erogó 22,5 billones de pesos (1,18 billones de dólares).

Según el estudio, la Administración de Peña Nieto «no cumplió con el presupuesto estimado para su Gobierno y lo hizo de manera sistemática a lo largo de los seis años».

Además «no hubo un contrapeso efectivo al Poder Ejecutivo que revisara las variaciones al presupuesto y las ampliaciones al gasto».

Según el instituto, de acuerdo con las buenas prácticas internacionales, una variación aceptable en el gasto es de +/- 5 %.

Se apuntó que en el periodo 2013-2018, la Cámara de Diputados aprobó a las secretarías de Estado un gasto de 6,94 billones de pesos (uno 319.000 millones de dólares), sin embargo, al final erogaron 7,15 billones de pesos (374.000 millones de dólares).

Además, en ese periodo, al Ramo 23, conformado por fondos destinados a cubrir funciones de Gobierno, se le autorizaron 757.000 millones de pesos (unos 39.758 millones de dólares).

Pero este ramo ejerció en los hechos un gasto de 1,37 billones de pesos (unos 71.953 millones de dólares) una variación del 81 %.

«A pesar de que el gasto excedente en la mayoría de los rubros fue una constante en el sexenio, el Poder Ejecutivo dejó de ejercer 149.000 millones de pesos (unos 7.821 millones de dólares) en inversión pública, 25 % menos de lo aprobado.

Sobre la evolución de la deuda, el IMCO explicó que la deuda adquirida por el Poder Ejecutivo de 2013-2018 fue de 2,93 billones de pesos (unos 153.800 millones de dólares).

Recordó que en diciembre de 2012, cuando asumió el poder Peña Nieto, el saldo de la deuda del Gobierno federal era de 4,45 billones de pesos (unos 233.700 millones de dólares) y representaba 27,8 % del PIB.

Pero para diciembre de 2018, esta ascendía a 8,32 billones de pesos (unos 436.900 millones de dólares) un 35,3 % del PIB.

Con estas cifras, el estudió expuso que el inicio del sexenio pasado cada mexicano debía 37.837 pesos (unos 1.986 dólares) y seis años después el monto subió a 66.000 pesos por persona (unos 3.464 dólares).

El IMCO señaló que «una correcta planeación no hubiera generado variaciones injustificadas».

Además pidió limitar las variaciones de gasto ante lo cual consideró necesario que la legislación establezca restricciones a las ampliaciones de gasto en partidas no prioritarias.

Por ejemplo, en materiales, salarios, renta de oficinas, entre otros.