Los Globos de Oro, que alguna vez fueron territorio de Harvey Weinstein, le pertenecerán a alguien más este año.

La 75a entrega de los Globos, que se transmitirá en vivo por NBC en Estados Unidos y TNT en Latinoamérica desde el Hotel Beverly Hilton en Beverly Hills, California, a las 8 p.m. (hora del Este), no tiene favoritos muy definidos. Entre sus contendientes están “The Shape of Water” de Guillermo del Toro, “The Post” de Steven Spielberg y “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri” de Martin McDonaugh.

Pero sin importar quién se lleve a casa los premios el domingo, los reflectores difícilmente se alejarán de los escándalos por abuso sexual que han sacudido a Hollywood desde que una avalancha de acusaciones acabó con la imagen de Weinstein. Antes de los últimos meses del año pasado, este poderoso productor era el señor de los Globos de Oro con dos décadas de ganadores.

Todo en la cuidadosamente coreografiada temporada de premios de Hollywood ha sido alterado por las revelaciones de agresiones sexuales que todavía siguen surgiendo y han trastocado de los nominados hasta las elecciones para la alfombra roja. Por solidaridad con las víctimas de acoso y abuso sexual muchas mujeres han dicho que se vestirán de negro para los Globos.

Las llegadas a la alfombra se transmitirán en vivo por Facebook a partir de las 6 p.m. (hora del Este). La ceremonia también será transmitida en vivo por el sitio de NBC y su aplicación para para subscriptores de televisión.

La situación también ha cambiado las campañas para los Oscar y llevado a otras nuevas. Entre los nominados del domingo está Christopher Plummer, quien fue convocado de último minuto para borrar el papel de Kevin Spacey en la película de “All the Money in the World”.

Seguramente esto creará una atmósfera inusual en los Globos de Oro que por mucho tiempo han tenido la reputación de ser la ceremonia menos estricta y más alcoholizada de la temporada. Incluso el exanfitrión Ricky Gervais ha reconocido que los premios del domingo tendrán un tono raro.

“Si fuera el anfitrión de los Globos de Oro este fin de semana no me atrevería a decir el chiste que acabo de pensar”, dijo Gervais el miércoles.

Las tareas de llevar la ceremonia recaerán en el novato anfitrión Seth Meyers, quien tendrá bastantes cosas que hacer para igualar la gala del año pasado, en la que el maestro de ceremonias fue Jimmy Fallon. La premiación fue vista por 20 millones de espectadores y la audiencia tuvo un aumento de 8%.

“No queremos que esta noche sea una sesión en la que estemos regañando por todo lo que pasó, porque es muy importante para nosotros recordar que grandes películas fueron estrenadas este año”, dijo Meyers en una entrevista. “Mucha gente, nos estamos dando cuenta, laboró en ambientes que no eran tan buenos para trabajar tan duro. Así que la meta es hacer que la gente tenga una noche maravillosa y una fiesta que puedan disfrutar en un año en el que todos lo merecen”.

La transmisión del año pasado también llegó a un espectador destacado: el presidente electo Donald Trump, quien criticó a Meryl Streep después del poderoso discurso político de la actriz al recibir el premio a la trayectoria Cecil B. DeMille. Este año la reconocida será Oprah Winfrey.