El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ofreció ayer a su rival, el líder del partido centrista Azul y Blanco, Beny Gantz, formar un ejecutivo de unidad nacional con la participación de las fuerzas de ultraderecha y los ultraortodoxos para romper el bloqueo político en Israel resultante de las elecciones del pasado día 17, cosa que este ha rechazado por considerarlo “una maniobra”.

Gantz, que apuesta también por un gobierno de unidad, dado que los resultados de los comicios -los segundos en un año en Israel- no han dado mayoría a ningún de los dos bloques parlamentarios, exige uno “extenso y liberal”, dirigido por él. Con un 98 % de los votos escrutados, el partido de Netanyahu, ha obtenido 31 escaños, por 33 que logró Azul y Blanco.