SANTO DOMINGO. Si las operaciones en el vertedero de Duquesa continúan con lentitud, los centros de transferencia del Distrito Nacional y el municipio Santo Domingo Este, que están repletos, no darán abasto y se producirán acumulaciones significativas de basura en las calles del Gran Santo Domingo. Esta situación es la que, precisamente, preocupa a profesionales de la salud, que entienden se debe prestar atención a las consecuencias sanitarias que podría desatar una crisis en la recolección de los desechos sólidos en el Gran Santo Domingo.

La encargada de vigilancia epidemiológica de la Dirección I de Salud, Belkis Metinier, manifestó que cualquier vertedero improvisado puede causar enfermedades como el dengue, la leptospirosis, el cólera y la diarrea.

“Ahora estamos mirando cómo la basura se ha incrementado en la ciudad, y en la mayoría de las enfermedades influye el ambiente. El trabajo de nosotros es, principalmente, prevenir las enfermedades… y lo que está ocurriendo ahora, puede ser que avance y enfermedades que están bajo control, como el dengue, se incremente (número de casos)”, expresó.

Para la presidenta de la Sociedad Dominicana de Infectología, Sarah Mota, no es novedoso que la basura desencadene en un brote de enfermedades.

“Si uno dice que la basura acarrea enfermedades, no está diciendo nada nuevo. ¿Qué puede traer como consecuencia? La contaminación visual, los hedores y la potencial contaminación de las aguas, que aumentarían la incidencia de enfermedades transmitidas por la contaminación de agua y alimentos”, puntualizó.

La especialista manifestó que en caso de lluvias, la acumulación de agua propiciará la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades como la chikungunya y el zika

Sobre el tema opinó también la médico salubrista Mirna Jiménez, quien comentó que la basura afecta la calidad del aire y favorece el desarrollo de enfermedades respiratorias.

“Tenemos que tener en cuenta todo el potencial que tienen los desechos para desarrollar enfermedades en la piel y gastrointestinales que se derivan, muchas veces, del contacto con estas condiciones de poca higiene”, detalló.

La experta en salud pública entiende que el ambiente en el que se vive determina la sensación de bienestar del ser humano.

“Tener que movilizarse por ciudades llenas de basura genera una situación que va más allá de la posibilidad de enfermarse… la sensación que se tiene de estar viviendo en las condiciones que se necesita”, acotó.