El Gobierno español ha reaccionado con sorprendente contundencia en apoyo del ataque con misiles tomahawk lanzado esta madrugada por la marina de Estados Unidos contra una base militar siria. Para España se trata, de acuerdo con el comunicado emitido por el Ejecutivo, de una acción «medida y proporcionada» en respuesta al uso, por parte del Ejército de Bashar Asad, de armas químicas contra la población civil causando decenas de víctimas mortales.

El comunicado del Gobierno, cuya redacción fue consensuada entre los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa, considera que la acción estadounidense ha sido «limitada en su objetivo y medios», puesto que afectó a una base militar y no a zonas habitadas por civiles, con la finalidad de mermar la capacidad militar del régimen sirio para volver a hacer uso de armamento químico.

España se alinea de esta forma, y en esta ocasión, con la decisión del presidente norteamericano Donald Trump, e incluso cambia la filosofía que ha mantenido hasta la fecha en relación con el conflicto sirio para cuya resolución consideraba imprescindible contar con el presidente Asad.

El giro copernicano, en opinión del portavoz gubernamental Íñigo Méndez de Vigo, se explica por la utilización de armas químicas, algo considerado un crimen de guerra de acuerdo con las leyes internacionales. «Han cambiado las circunstancias y en consecuencia, España ha cambiado de opinión», ha señalado el ministro.

En esta ocasión, España no ha dudado en dar apoyo a una acción militar que no contaba con respaldo de Naciones Unidas y que estaba dirigida contra uno de sus miembros. En su descargo, las fuentes diplomáticas consultadas aluden al «bloqueo» inquebrantable que Rusia, aliada de Asad, impone sistemáticamente a cualquier tipo de resolución o iniciativa en contra del régimen de Damasco.

Pese a ello, el Gobierno señala en su comunicado la necesidad de emprender cuanto antes en Siria «un proceso político de transición», tal y como se recoge en las resoluciones del Consejo de Seguridad. Dicho proceso debería estar dirigido por Naciones Unidas.

El papel de la base de Rota

En su nota, el Ejecutivo no hace mención alguna al hecho de que los dos destructores norteamericanos desde los que se lanzaron los misiles, Ross y Porter, tengan su base en Rota.

El portavoz del Gobierno ha explicado al término del Consejo de Ministros que ambas naves abandonaron la base conjunta hispano norteamericana hace días e informaron de que se dirigían hacia el Mediterráneo Oriental sin precisar más objetivos de su misión.

España sólo fue informada del ataque contra la base a posteriori. Washington sí explicó su intención al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y éste a su vez trasladó la comunicación a los embajadores de los países que participan en la misión siria: Reino Unido, Francia, Holanda y Dinamarca. El resto de los socios atlánticos fueron informados de la acción minutos después de que la misma se hubiera llevado a cabo.