“El marcapasos es como un inversor. Es ese generador que está justo ahí cuando se necesita”. Así explican los electrofisiólogos, que equivalen a los ingenieros eléctricos del corazón, la manera en que funciona ese dispositivo intracardíaco, que el año pasado fue implantado a más de 1,300 personas en República Dominicana.

La cardióloga electrofisióloga Eliany Mejía dice que el país cuenta con la más alta tecnología para instalar marcapasos y con el personal capacitado para ello. Lo compara con Estados Unidos donde ella se especializó por más de 10 años y ejerció la medicina.

Las arritmias son las señales de alarma que pueden indicar si un paciente necesita un implante. Ellas dicen cuándo los latidos del corazón están bajos (menos de 60 latidos por minutos) o muy altos (por encima de 100).

Las manifestaciones más habituales son agotamiento, mareo o desmayo, que es a lo se le llama síncope.

 La vida de dos pacientes con marcapasos

“Antes de que me pusieran el marcapasos mi vida era una odisea. Me casaba mucho, tenía dificultad para respirar y por las noches despertaba como que se me iba la respiración”, cuenta don Gregorio Leyba, un excomentarista hípico de 75 años.

En diciembre pasado fue a consulta con un cardiólogo y la persona que le hizo el electrocardiograma le preguntó si andaba solo e inmediatamente lo pasó otra vez donde el especialista, quien al ver los resultados le hizo la misma pregunta.

“Me asusté bastante cuando dijo que yo necesitaba un marcapasos que me referiría a donde la electrofisióloga”. Narra que consultó más de uno y el diagnóstico era el mismo. Requería de un dispositivo porque sus latidos eran por debajo de 60 por minuto y lo podría llevar a una muerte súbita.

Ahora dice sentirse un hombre nuevo, con energía para caminar y sin dificultades para respirar, aunque tiene otra condición de salud que le atribuye a la edad.

El costo del dispositivo lo preocupó, la cotización era medio millón de pesos, y aunque el seguro médico le cubría un 80%, la diferencia representaba una dificultad para él, hasta que logró la ayuda de una fundación.

Aquí Mejía, graduada con máximos honores en Unibe, expone su queja porque el sistema de salud dominicano no da cobertura de un 100% a este tipo de cirugías como ocurre en otros países de la región.

Adriano tiene 10 años con un marcapasos

A diferencia de don Gregorio, el fotógrafo Adriano Rosario requirió de un dispositivo cardíaco a los 42 años, al presentar, según el diagnóstico médico, un bloqueo en el corazón del tipo AB1 tipo 2, que es una falla auriculoventricular.

“En el año 2010 se me hinchaban los pies, tenía mucho decaimiento, sueño, me daba un sueño repentino, me dormía, sin ánimo y deseo de pocas cosas”. Fue entonces cuando le diagnosticaron la falla cardíaca.

Dos años después, camino a su trabajo, sentía dolor de pecho y decaimiento y se desvió hasta el hospital donde le dijeron que requería el marcapasos, ya otro especialista le había hecho la misma recomendación, pero que podía esperar.

A Rosario le advirtieron que no se podía acercar a determinados aparatos que emiten frecuencia como nevera, microondas, bocinas y dice que siente molestias cuando tiene contacto con ciertos dispositivos

Con las explicaciones que da la doctora Mejía, los aparatos que se están colocando en el país son de alta tecnología y su funcionamiento no interfiere con la vida cotidiana.

Salvo excepciones, como con la restricción específica de usar “el iPhone 12 que tiene una configuración de magneto muy parecida a la del marcapaso y eso son los que recomendamos tener a una distancia del marcapaso para evitar la inferencia”.

También dice que algunos pacientes que van para cirugía en donde se usa el electrocauterio requieren de una planificación y programación de su dispositivo, pero los artículos de la vida cotidiana, rara vez interfieren. La batería media del marcapasos dura entre 10 a 12 años.

Colocación de marcapasos, una cirugía mínimamente invasiva

La cardióloga electrofisióloga, Eliany Mejía dice que la colocación de un marcapasos es una cirugía mínimamente invasiva. “Este es un dispositivo que se implanta justo debajo de la piel sobre el músculo pectoral que está en el pecho y se implantan cables dentro del corazón. Esos cables son como antenas que se conectan al músculo, al tejido cardíaco y nos permiten comunicarnos y estimular ese corazón cuando ese sistema eléctrico no funciona. Es un procedimiento mínimamente invasivo”.

No se trata de una cirugía de corazón abierto. La anestesia local, con un poco de sedación al paciente, en donde se hace la incisión, justo debajo de la clavícula, “y ahí se crea un bolsillo, se disecan un poquito las capas y es donde se va a poner el marcapaso, sobre el musculo pectoral”, explica la profesional especializada en la universidad de Virginia y en el Hospital Montefiore Medical Center del Albert Einstein College of Medicine en New York, como internista, cardióloga y electrofisiología.

Para entender mejor sobre este procedimiento, la especialista explica que, una parte importante de la electrofisiología es también el implante de dispositivos intracardíacos, popularmente conocidos como marcapasos, desfibriladores y resincronizadores.

Otros de esos dispositivos son llamados desfibriladores cardiacos. Todos son marcapasos, pero los desfibriladores son más potentes. Es un marcapasos de alta energía, porque pueden tratar frecuencias cardíacas muy elevadas o trastornos del ritmo muy rápido, específicamente su indicación principal es para pacientes que tienen un corazón débil, que la capacidad de bombeo del corazón disminuida y tienen cicatrices o impactos previos que pueden desencadenar taquicardias ventriculares o fibrilaciones ventriculares que son arritmias malignas ocasionando muerte súbita.

Origen del dispositivo

El marcapasos fue diseñado por el doctor William Chardack y el ingeniero biomédico Wilson Greatbatch en 1959. En República Dominicana se han colocado más de 30 mil en los últimos 20 años, según una representante de una de las empresas suplidoras.

La experimentada electrofisiología describe el marcapaso, como una batería bastante inteligente, el cual se utiliza para el tratamiento de arritmia o bradiarritmia, frecuencia cardíaca muy lenta. Cuando el sistema de conducción eléctrico del corazón se enferma se manifiesta como frecuencia cardíaca lenta.

Esos son estos pacientes que sienten que se cansan mucho, que tienen una frecuencia muy bajita o que desarrollan bloqueos auriculoventriculares avanzado, algunos de ellos se pueden presentar con mareo, desmayo que medicamente eso se llama síncope. Esos pacientes cuando se investigan bien con un cardiólogo o electrofisiólogo pues optan por esos dispositivos que tienen ayudarlo a tener una mejor calidad de vida y vivir más año.

“Realmente es una computadora que está ahí 24­-7 monitoreando los latidos del corazón, permite grabar si hay trastornos del ritmo o arritmia importantes, pero su trabajo fundamental es estimular al corazón cuando éste no puede producir un latido”, concluye Mejía.

SEPA MÁS

Todos son implantados de la misma forma tienen cables o antenas que funcionan para escuchar el corazón y reaccionar ante lo escuchado.

Escuchan los latitos y estimula el corazón.

El desfibrilador da una descarga de alta energía para potencialmente salvar al paciente de una arritmia maligna que pudiera causar la muerte.