Si hace unos días la Unión Europea dejó claro que prefiere ayudar a los refugiados en Irán y Pakistán en lugar que dentro de las fronteras europeas, el G7 este jueves ha aprobado una declaración en unos términos similares: las siete economías más avanzadas del planeta se conjuran contra la «migración irregular» –mientras la UE hablaba de ‘migración ilegal’– y se muestran dispuestas a ayudar a los países de la región que acogen refugiados.