Individualmente, los gusanos acuáticos de la especie Lumbriculus variegatus llevan una vida anodina comiendo microorganismos en los estanques y sirviendo de alimento a peces tropicales en acuarios. Pero juntos, decenas, cientos o miles de estas criaturas de un centímetro de largo pueden colaborar para formar algo que parece comportarse como un gran organismo colectivo.

Mientras que otros animales forman bandadas, cardúmenes o enjambres con fines de apareamiento, depredación y protección, los gusanos Lumbriculus variegatus son inusuales por su capacidad de sujetarse unos a otros, como cabellos en una trenza, para realizar tareas que ningún individuo por separado podría hacer.

Un nuevo estudio realizado por Saad Bhamla, Daniel I. Goldman y Yasemin Ozkan-Aydin, del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) en Estados Unidos, ha permitido averiguar por qué los gusanos se autoorganizan para actuar como «materia enredada activa» con comportamientos colectivos sorprendentemente complejos.

El estudio, que ha contado con el respaldo de la Oficina de Investigación del Ejército Estadounidense y la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, se ha publicado en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), con el título «Collective dynamics in entangled worm and robot blobs”.

Los autores del estudio decidieron emprenderlo al sentirse intrigados por el motivo que llevaba a grupos de gusanos de esa especie a formar esas estructuras colectivas.

Por lo que se sabe, la cantidad de gusanos que puede conformar una estructura de este tipo es de entre 10 y unos 50.000.

Mientras que otros animales forman bandadas, cardúmenes o enjambres con fines de apareamiento, depredación y protección, los gusanos Lumbriculus variegatus son inusuales por su capacidad de sujetarse unos a otros, como cabellos en una trenza, para realizar tareas que ningún individuo por separado podría hacer.

Un nuevo estudio realizado por Saad Bhamla, Daniel I. Goldman y Yasemin Ozkan-Aydin, del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech) en Estados Unidos, ha permitido averiguar por qué los gusanos se autoorganizan para actuar como «materia enredada activa» con comportamientos colectivos sorprendentemente complejos.

El estudio, que ha contado con el respaldo de la Oficina de Investigación del Ejército Estadounidense y la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, se ha publicado en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), con el título «Collective dynamics in entangled worm and robot blobs”.

Los autores del estudio decidieron emprenderlo al sentirse intrigados por el motivo que llevaba a grupos de gusanos de esa especie a formar esas estructuras colectivas.

Por lo que se sabe, la cantidad de gusanos que puede conformar una estructura de este tipo es de entre 10 y unos 50.000.