Fuerzas militares en la frontera con Dajabón se incautaron ayer de 55 garrafones de combustibles, unos  275 galones, entre gasolina y gasoil, según conoció ayer este diario.

“El problema en el tramo fronterizo es el trasiego de combustible. Del lado haitiano hay una situación de desesperación muy grande”, comentaron personas bien enteradas del problema.

Lo que están haciendo el Ejército, del lado dominicano, es “persiguiendo y capturando a los contrabandistas”. “Los militares siempre están atentos, pero por aquí no hay problemas”, se insistió.

Se afirma que son dominicanos los que están metidos en el negocio de contrabando, en contubernio con haitianos.  “Esto es una ley de vida aquí”, indico. “La frontera sin negocio no existiría para nada”, agregan.  Mientras las condiciones de miseria de uno y otro lado existan habrá siempre la voluntad de la gente en practicar contrabando, para sobrevivir.

Un medio de vida

“Así es que la gente sobrevive de este lado. Este caso del combustible se parece al embargo de la otra vez”, dicen, refiriéndose al embargo impuesto por Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) en respuesta al golpe militar liderado por el entonces comandante de las Fuerzas Armadas, Raúl Cedras, contra el gobierno de Jean Bertrand Aristide. Ante esto, el gobierno de Balaguer rompió el embargo, para evitar una hambruna en Haití,  y sus secuelas aquí.