El Ejército de EE.UU. se encontraría en inferioridad numérica, si estallase una guerra con Corea del Norte, alerta un excomandante estadounidense de alto rango.

“Los 28.500 miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses en Corea del Sur son ampliamente superados en número por las fuerzas norcoreanas (…). A diferencia de todos los conflictos desde la última Guerra de Corea, no seremos capaces de aumentar nuestras fuerzas antes del inicio de las hostilidades”, escribió Jan-Marc Jouas en una carta secreta a varios representantes demócratas, obtenida el viernes por revista estadounidense Newsweek.

La misiva de Jouas está dirigida a los congresistas Ted Lieu, Ruben Gallego y Tammy Duckworth, todos veteranos del Ejército que en recientes días han expresado su profunda preocupación ante la retórica y la postura del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre Corea del Norte.

El excomandante estadounidense también estimó que podría tomar varios días y hasta meses para que los suministros y equipos militares lleguen a la península coreana, añadiendo que una vez que las tropas finalmente arriben, “los estadounidenses podrían ser blanco de ataques con armas convencionales o químicas, lo que retrasará aún más su entrada en la guerra”.

Luego de destacar que un conflicto podría amenazar la vida de los civiles surcoreanos y estadounidenses que viven en la región, Jouas advirtió que la protección de los ciudadanos de Corea del Sur y la evacuación de los civiles estadounidenses sería “significativamente complicada” debido a un posible uso de armas químicas por parte de Pyongyang.

Jouas concluyó que cualquier acción militar contra Pyongyang podría desencadenar una guerra a gran escala y sería poco probable que “elimine por completo las capacidades nucleares de Corea del Norte”.

El mencionado documento ha sido revelado unos días después de que el Pentágono haya indicado que una invasión terrestre del país asiático es “necesaria” para eliminar su arsenal nuclear.

El Pentágono no ha dado detalles sobre cuántas víctimas podría dejar una guerra entre EE.UU. y Corea del Norte, pero una evaluación del Servicio de Investigación del Congreso ha estimado que hasta 300.000 personas morirían en los primeros días de la lucha, incluso sin el uso de las armas nucleares.

Mientras que Pyongyang se niega a abandonar su programa nuclear ante las amenazas dirigidas por Washington, Trump ha lanzado una serie de advertencia contra el líder norcoreano, Kim Jong-un. A fines de septiembre, por ejemplo, el inquilino de la Casa Blanca alertó a Corea del Norte de que se enfrentaría con una “destrucción total”, si sigue con sus amenazas. Algunos han acusado a Trump de empujar deliberadamente a EE.UU. hacia una guerra.