La red de Centros de control y prevención de enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) aportó más datos que evidencian que las llamadas comunidades de color (latinos y estadounidenses) sufren de manera desproporcionada las consecuencias del coronavirus. La enfermedad COVID-19 afecta a 73 de cada 100,000 personas de origen latino, 64 de cada 100,000 negras y 23 de cada 100 blancas.

Estas cifras, que CDC presentó tras reclamaciones de The New York Times, reflejan que es tres veces más probable que una persona hispana o afroestadounidense se contagie que que lo haga una blanca. Respecto a los fallecimientos, estos dos grupos étnicos tienen el doble de posibilidades de morir de COVID-19.

Más de un 25% de los muertos latinos tenía menos de 60 años, mientras que este grupo de edad supuso solo el 6% entre los fallecidos blancos. Pero estas diferencias raciales se producen en todas las granjas de edad y grupos demográficos (urbanos, semiurbanos y rurales), según apunta el reportaje que hizo el Times a partir de la evaluación de 640,000.

La diferencia es mucho más acusada en lugares como el condado de Fairfax, en Virginia, donde el contagio entre latinos es de 269 por cada 10,000 habitantes y entre blancos de 23 por cada 100,000.

Las posibles razones de esta diferencia racial -explica el diario neoyorquino- son que tanto latinos como negros tienen menos ingresos, el 43% de ellos trabaja en empleos de servicio o fábricas que no permiten el teletrabajo o que la población latina vive normalmente en menos metros cuadrados que las personas blancas.