La música de antaño, la gastronomía autóctona y la convivencia familiar fueron los aspectos que resaltaron durante la decimosexta edición consecutiva del Convite Banilejo.

Se trata de una tradición anual que se festejó por primera vez en el 2003 en el parque Mirador Sur, la cual une tanto a banilejos ausentes de su municipio como los que residen en él, para rememorar y disfrutar las tradiciones con sus compueblanos.

“Lo más importante que tenemos, lo que le gusta a la gente son los chuineros, que son un grupo de Cañafístol que improvisan rimas”, explicó Fabio Herrera, presidente de Alianza Banileja.

Familia es un tema recurrente en esta reunión, en la que muchos vienen a pasarse un día ameno y a disfrutar con sus padres, hijos y nietos.

“Yo lo veo (el Convite) muy bien, muy llamativo.

Ojalá se pudiera celebrar dos veces al año, porque aquí en la capital viven banilejos que se le pasa más de un año y no van a Baní”, dijo María Soto, quién iba acompañada de sus tres nietos.

Gastronomía

Los dulces no podían faltar, con varias estafetas bien surtidas de postres y otras variedades de esta tradición banileja.

Pero para muchos de los presentes la atracción principal son las arepitas de burén, especialmente las de Luis Matos, quien tiene casi tres décadas de experiencia con este emblemático plato banilejo.

En varias carpas se dedicaron a vender distintos artículos, todos para una buena causa.

La música de antaño predominó durante la actividad.