Ya los antiguos indígenas pescaban en el mar o los ríos y llevaban sus capturas hasta la mesa para elaborar el plato que ha llegado a nuestros días como una exquisitez reconocida internacionalmente: el ceviche, aunque haya paladares que no lo resistan por su acidez.

En la época de los incas el pescado se maceraba con chicha de jora, una bebida alcohólica andina, pero con la conquista fueron los españoles, que no consumían pescado crudo, quienes incorporaron el limón para macerar el ceviche. De esta manera se obtenía el jugo lechoso (leche de tigre) que soltaba el pescado.

Para Javier Pulgar Vidal, geógrafo, filósofo e historiador peruano, fallecido en 2003, la palabra ‘serviche’ procede de ‘siwichi’, terminología quechua que se traduce como pescado fresco o tierno.

Aunque también hay otras versiones en las que se utiliza la palabra ‘cebiche’ que procede de la palabra cebo, que se refiere a un manjar o alimento hasta el siglo XVI.

También hay personas que sostienen que ‘ceviche’ proviene de la palabra ‘escabeche’ de origen árabe.

Esta acepción tiene su origen en que en la ciudad de Arequipa se llama “sivinche” a un tipo de ceviche de camarones en el que se usa vinagre en lugar de limón, lo que lo hace muy parecido a un escabeche de sardinas al estilo andalusí.