En Latinoamérica el cáncer es la segunda causa de muerte y uno de los mayores desafíos que se enfrenta es el diagnóstico tardío, pues entre el 60 y 70 por ciento de los pacientes son diagnosticados en estados avanzados.

De acuerdo con el estudio “Control del cáncer, acceso y desigualdad en América Latina”, realizado por The Economist Intelligence Unit, se explica que si el panorama sigue igual y no hay cambios en las políticas públicas, en 18 años los casos de cáncer en América latina se duplicarán.

Actualmente, el cáncer causa una de cada cinco muertes en el continente.

Para entender cómo se desempeña cada país en el control integral del cáncer, desde la prevención y la detección oportuna hasta el tratamiento y los cuidados paliativos, se hizo un análisis comparativo entre 12 naciones latinoamericanas.

 

Uruguay obtuvo la mejor puntuación, seguido de Costa Rica, Chile, México, Brasil, Colombia, Panamá, Perú, Ecuador, Argentina, Paraguay y Bolivia.

Los rubros analizados fueron: planificación, monitoreo, disponibilidad de medicamentos, disponibilidad de radioterapia, prevención y detección temprana y finanzas.

De 12 países estudiados, cinco cuentan con un Plan Nacional de Control del Cáncer,  el de Costa Rica es el más amplio.

Ecuador acaba de aprobar el suyo, México está pendiente de aprobación, y Argentina aunque tiene varios programas para atender la enfermedad también cuenta con un plan nacional.

¿Qué pasa en México?

En México el cáncer es la tercera causa de muerte, en 2015 provocó más de 79 mil fallecimientos y se tiene que poner atención en tres factores de riesgo relacionados con el desarrollo de la enfermedad: sobrepeso, obesidad y diabetes.

En el estudio comparativo de naciones, México obtuvo un buen puntaje en prevención y detección, principalmente por el impuesto a las bebidas azucaradas,  los programas de detección de cáncer de mama y cuello de útero, la atención a ciertos tipos de cáncer a través del Seguro Popular y los programas para enfermedades no transmisibles.

Sin embargo, las mamografías cubren a menos del 20 por ciento de la población objetivo.

 

También destaca que hay factores que pueden modificarse para mejorar el control del cáncer, como la recolección de datos sobre los tumores malignos, porque se tiene información sobre mortalidad , pero los registros de base hospitalaria cubren apenas 7.1 por ciento de la población y el Registro de Cáncer de Base Poblacional, que apenas se echará a andar.

En cuanto al gasto en salud, datos del 2014 señalan que en México es del 3.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), abajo del promedio en la región que es de 4.6 por ciento y muy lejos de la estadística en países desarrolados que es de 7.4 por ciento.

El estudio señala que no basta con gastar dinero en salud, sino saber cómo se gasta.

En Mexico faltan especialistas en oncología y los que hay se concentran en las grandes ciudades; el equipo de radioterapia cubre apenas al 70 por ciento de la población y tiene bajo nivel de aprobación de terapias innovadoras.

Los obstáculos comunes en la región son:

-La fragmentación de los sistemas de salud, que en el caso de México sigue siendo pronunciado. Dividido en público y privado, el primero comprende a las siguientes instituciones: IMSS, ISSSTE, Petróleos Mexicanos, Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina y Secretaría de Salud, que ofrecen diferentes niveles de atención con diferentes resultados.

-La desproporción entre las áreas urbanas y rurales; entre las zonas ricas y pobres, con recursos concentrados en las ciudades y las zonas prósperas

Estos datos se dieron a conocer en la sexta edición del Roche Press Day, un foro educativo que se realiza de forma anual para periodistas latinoamericanos.