La embajada de Canadá en Cuba anunció la suspensión a partir del miércoles la emisión de visados, una medida acorde con la reducción de su personal diplomático en La Habana y similar a la que adoptó Estados Unidos en 2017.

«La embajada ya no estará recibiendo solicitudes para visas de visitantes (turismo) ni para permisos de estudios/trabajo», y «tampoco se realizarán entrevistas de residencia permanente», informó en su cuenta en Twitter.

La medida responde «a la reducción de personal anunciada en enero de 2019», señaló un comunicado del Departamento de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC, siglás en inglés), al que la embajada da acceso desde su página en internet.

El gobierno de Ottawa retiró entonces la mitad del personal de su embajada en Cuba, debido a los síntomas de origen desconocido que sufrieron algunos diplomáticos y sus familiares.

La nueva reglamentación dificultará el acceso de los cubanos para solicitar una visa a Canadá.

La embajada precisó que ahora podrán hacer esos trámites vía internet o «en cualquier centro (canadiense) de solicitud de visado fuera de Cuba», donde también deberán completarlos.

El gobierno de Estados Unidos tomó una medida similar en septiembre de 2017, cuando dejó su embajada funcionando en mínimos, tras asegurar que una veintena de sus diplomáticos y familiares fueron víctimas de «ataques acústicos» en la isla.

Cuba rechaza esa acusación y exige a Washington que presente pruebas.

El anuncio de la suspensión de visados se produce después que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, sostuvieran el pasado viernes una conversación en la que destacaron «la larga relación bilateral» y «el deseo de seguir trabajando juntos en cuestiones de interés común», según un comunicado divulgado por el canadiense.

Trudeau y Díaz-Canel abordaron también la decisión de Washington de aplicar plenamente la ley Helms-Burton, que permite la reclamación en tribunales de Estados Unidos de indemnizaciones por propiedades nacionalizadas después de la revolución en 1959.

«Canadá defenderá los intereses de los canadienses que hacen intercambios comerciales e inversiones legítimas con Cuba», dijo Trudeau, según el documento.