Las ratas se están apoderando de Brooklyn. Aunque esta afirmación suene un poco exagerada, no está lejos de la realidad. Un reciente estudio hecho por RentHop demostró que las denuncias al 311 sobre la presencia de estos roedores en 2018 colocan a este condado a la cabeza de la lista de quejas. Se han recibido hasta 6,500 llamadas en este sentido y los vecindarios más afectados son Bedford-Stuyvesant, Prospect Heights y Bushwick.

Ni siquiera el emblemático edifico del Borough Hall, en Downtown Brooklyn, se escapa a la infestación. En un video grabado por El Diario esta semana se observa a decenas de roedores peleándose por un trozo de pizza en el jardín principal del edificio. A plena luz del día.

Ante esta situación, que ha sido catalogada por expertos como una ‘crisis de salud pública’, el presídente del condado, Eric Adams, anunció que Brooklyn cuenta con una nueva ‘arma secreta’ para hacer la guerra a las ratas. Una trampa creada por empresa Rat Trap fue probada con éxito durante un programa piloto que duró un mes en los alrededores del edificio Ejecutivo, y en ese periodo de tiempo se capturaron 107 ratas.

“Estos roedores no solo son una molestia, sino que representan un peligro para la salud de nuestras comunidades. Y los esfuerzos de la Ciudad para contener a la población de ratas en los últimos años han fracasado claramente. Nuestro programa piloto muestra que hay una manera sostenible de mitigar los problemas de las ratas de una manera que no cause inconvenientes a las empresas o los residentes. Es hora de que la Ciudad siga nuestro ejemplo y use una solución que funcione”, indicó Adams.

La compañía que ha creado la trampa aseguró que esta es una “forma humana, libre de olores e higiénica” para matar ratas. Se trata de un dispositivo con forma de una caja de plástico que atrae a los roedores al interior con semillas de girasol y nueces, y una vez dentro quedan atrapadas dentro de un líquido a base de agua y alcohol, que las duerme y en el que terminan ahogándose. El dispositivo cuenta con un contador que automáticamente se actualiza para mostrar cuántas ratas se han capturado.

En la afueras del edifico de Borough Hall, trabajadores de limpieza del condado abrieron una de las trampas que contenía unas 30 ratas, y con una paleta sacaron algunas de los roedores muertos. Se probaba así la efectividad del ingenio aunque la escena fue tan asquerosa que provocó nauseas a varios de los reporteros presentes.

Adams aprovechó para criticar a la Ciudad, asegurando que se han tomado varias medidas para combatir el problema de ratas — incluso gastando $5.6 millones en venenos con aroma a menta que se colocan en bolsas de basura para exterminar a los roedores–, que no han sido efectivos. “No tenemos un plan actual para ratas en esta ciudad. Nosotros no. No existe “, dijo Adams. “Y lo que estamos diciendo es que se debe implementar un plan integral global”.

El presidente de este condado planea expandir su programa piloto a dos ubicaciones adicionales: un complejo NYCHA que aún no se ha elegido y una ubicación en Bedford-Stuyvesant. Su idea es solicitar a los miembros del Concejo Municipal que asignen fondos para “ampliar” el programa en toda la ciudad.

“Me encuentro en el epicentro, en Bedford-Stuyvesant, de la infestación de ratas”, dijo el concejal Robert Cornegy Jr. al apoyar la iniciativa de Adams, agregando que “el número de quejas de ratas en mi distrito es mayor que en cualquier otro lugar de la ciudad”.

La trampa puede ser colocada en los contenedores de basura.

Cómo funciona la trampa:

  • Fue diseñada para pueda ser colocadas dentro de recipientes de basura públicos. La trampa atrae a las ratas al interior. Estas suben por una escalera con un cebo tentador de semillas de girasol y nueces.
  • Una vez que las ratas alcanzan una plataforma adentro, se activa una puerta que las hace caer al interior, y las envía a una tina llena con una solución de vinagre y alcohol que rápidamente las deja inconscientes mientras se ahogan en el líquido.
  • Las trampas, que no desprenden olor, pueden contener de 30 a 40 ratas a la vez, suficiente espacio para que solo tengan que vaciarse una vez al mes.
  • Cada una de estas trampas cuesta alrededor de $300 a $400, y funcionan con una sola batería de nueve voltios.