Con la amenaza de un inédito impago de Estados Unidos en ciernes, una reunión entre el presidente Joe Biden y el líder de la oposición Kevin McCarthy no resolvió ayer lunes el enfrentamiento entre ambos, pese a que ambos calificaron el encuentro de «productivo».

La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dejó en claro lo que estaba en juego cuando horas antes insistió con que es «muy probable» que el gobierno de Estados Unidos se quede sin dinero después del 1 de junio.

Al recibir en la Casa Blanca al líder de la Cámara de Representantes, Biden dijo ser «optimista» sobre cerrar la reunión con un «avance».

«No tenemos un acuerdo, sino una discusión productiva en las áreas en las que tenemos diferencias de opinión», dijo McCarthy tras la reunión.

«El tono de la reunión de esta noche ha sido mejor que el de todas las veces anteriores», añadió, pero indicó: «Seguimos teniendo diferencias filosóficas».

Posteriormente, el presidente utilizó un lenguaje similar al de McCarthy en un comunicado, en el que calificó la reunión de «productiva», al tiempo que añadió que persisten «áreas de desacuerdo».

Ambos se habían reunido dos veces en quince días con otros congresistas, pero esta vez se encontraron cara a cara.