Un adolescente de 17 años sorprendió por la espalda a un policía vestido de civil en una calle de São Paulo. El joven delincuente intentó asaltarlo sin saber que su víctima era un agente de la Policía Militar que iba armado.

A fin de distraer al bandido, el hombre arroja su mochila al suelo, y cuando el joven va a recogerla saca su pistola. Tras un forcejeo el agente terminó disparándole a su agresor.

Con el primer tiro lo hirió en el brazo y el segundo fue directo a la cabeza.