En el país se generan al menos 3,311 unidades de desechos peligrosos y de ellos solo 355 son tratados, lo que representa apenas el 10.72%. Esto quiere decir que el 89.28% restante va a los ríos, el mar y los vertederos, convirtiéndose en un gran riesgo para los ciudadanos y el medioambiente.
Estos datos fueron presentados ayer por el director de la Coordinación del Sistema Estadístico Nacional de la Oficina Nacional de estadísticas (ONE), Juan Arias, y forman parte de los resultados del informe del Laboratorio de Innovación de Datos para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) República Dominicana.
Arias refirió que un año (2016) en el país se generaron más de 2,478 millones de kilogramos (kg) de desechos peligrosos, un promedio de 245 kg por persona y la tendencia año tras año es al aumento.
Más de un millón de esos desechos, en torno del 80%, son líquidos y van a parar a las aguas, lo cual hace la situación más crítica, advirtió el técnico.
Arias explicó que si bien la mayoría de los desechos provienen de industrias del sector farmacéutico, de laboratorios, clínicas y hospitales, que los generan a diario, también muchos salones de belleza y otros negocios caseros usan químicos peligrosos que son depositados en el medioambiente sin el debido tratamiento.
De acuerdo al resumen presentado por Arias, en el país aproximadamente 1,400 empresas reportan datos sobre residuos peligrosos.
El informe del Laboratorio de Innovación de Datos establece que en el país solo cuatro de los laboratorios clínicos contrata los servicios de empresas que gestionen los desechos infecciosos que producen.
El analista de Gestión Ambiental Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Wilson Tejeda, explicó que cuando los residuos peligrosos se propagan por la atmósfera producen enfermedades virales que pueden ser graves a la salud de las personas. Pueden llegar a causar problemas respiratorios, enfermedades en los pulmones, y en el peor de los casos generan enfermedades terminales.
Un gran riesgo
Alerta. Los residuos peligrosos son desechos, reciclables o no, con propiedades que representan riesgos para la salud y el medio ambiente, como toxicidad, inflamabilidad, reactividad química, explosividad, radioactividad u otra naturaleza. Cuando no son manejados adecuadamente contaminan el aire, el agua y los suelos.
