La edad, la etnia, el sexo y la historia familiar inciden en el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV), una emergencia médica que puede causar discapacidad y muerte, advierten médicos de Mayo Clinic.

Aunque de acuerdo con el neurólogo Robert D. Brown, “cualquiera puede tener un ataque cerebral”, las probabilidades aumentan en mayores de 55 años, hombres, personas de raza negra, latinos y pacientes con historia familiar de ataque cerebral o cardiaco.

Los factores de riesgo del accidente cerebrovascular incluyen sobrepeso, sedentarismo, ingesta excesiva de alcohol, consumo de drogas, tabaquismo, presión arterial alta, colesterol elevado, diabetes no controlada, apnea obstructiva del sueño y enfermedad cardiaca.

“Son esos factores los que es necesario cambiar para disminuir no solamente la tasa de accidentes cerebrovasculares, sino la tasa de eventos vasculares en general”, expresa el también neurólogo Alejandro A. Rabinstein.

La “clave de la prevención” radica en mantener un estilo de vida saludable y, en ese sentido, Rabinstein recomienda una alimentación baja en grasas saturadas, carnes rojas y alimentos procesados. Además, y “aún más importante”, mantener una vida activa (hacer ejercicio aeróbico entre tres y cinco veces por semana).

Los pacientes con factores de riesgo médicos, recuerda Rabinstein, deben recibir tratamiento efectivo para mantener bajo control la condición que padecen.

 

Signos y síntomas de un ACV

¿Cree que usted o una persona cercana podría estar sufriendo un ACV? Preste atención a los siguientes signos o síntomas:

– Problemas repentinos para hablar o comprender lo que otros dicen.

– Parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna de un solo lado del cuerpo.

– Problemas de visión en uno o ambos ojos.

– Problemas para caminar.

– Pérdida de balance.

– Muchos ACV no están asociados con dolor de cabeza, pero un dolor fuerte y repentino ocurre a veces en algunos tipos de ACV.

Ante alguno de estos síntomas, los especialistas de Mayo Clinic instan a buscar atención médica inmediata, pues un accidente cerebrovascular es una emergencia médica y, para prevenir sus secuelas, el tiempo resulta crucial. “No espere a ver si los síntomas se detienen, porque cada minuto cuenta”, exhorta Brown.

El ACV constituye la segunda causa de muerte en el mundo y representa aproximadamente el 11 por ciento del total de defunciones, según las Estimaciones Sanitarias Mundiales 2000-2019 publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a finales de 2020.