Tal como te contamos, Raúl de Molina tomó una decisión drástica para su salud y se internó en un centro que lo ayuda a tener una vida saludable comenzando con la alimentación.

De Molina solo puede salir a conducir ‘El Gordo y la Flaca’ y debe regresar al centro. Pero este fin de semana recibió un permiso especial para pasar el fin de semana con su esposa.

El lunes, compartió en el show de la tarde de Univision, que pasó un lindo fin de semana con su esposa, pudieron tener intimidad, pero todo se arruinó cuando fueron al cine. Y no por la película sino porque Mili es un poco apegada a su celular.

Según el gordito ella está obsesionada con su teléfono y no lo suelta nunca. Eso le trajo como consecuencia que se le cayera dentro de la butaca del cine y terminara doblado en dos.

Raúl contó que el ‘chiste’ le terminó costando más de mil dólares para reponerle el celular. Eso sí, entre tanta tragedia compartió una buena noticia: que ya bajó 20 libras.

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