Con el décimo mes de este año en avance, el 90 por­ciento del presupuesto mi­litar dominicano ya ha si­do agotado, creando un vacío por falta de recur­sos que podría impedir­les cumplir sus compro­misos económicos para los próximos meses, y más preocupante aún la posi­bilidad de que esta crisis tambalee las nóminas del personal.

Ya en agosto, apenas el 10 porciento del total de sus recursos se convirtió en úl­timo jalón y reserva.

Para complicar más el problema, en medio de esta encrucijada surge otra contrariedad marca­da encima del hecho de que, para el próximo año, ese presupuesto sufrirá una reducción de más de 2,000 millones de pesos.

Esto implica, automá­ticamente, que las autori­dades castrenses tendrán que seguir haciendo ajus­tes importantes en el gasto para el año venidero.

Según fuentes financie­ras del ámbito militar, el agotamiento del 90 por­ciento de los presupuestos de la Armada, el Ejército, la Fuerza Aérea y el Minis­terio de Defensa se produ­jo durante los meses ene­ro-agosto de este año.

Los informes dan cuen­ta de que, al día de hoy, en el Ministerio de Defensa, cons­tituido por el conjunto de los cuerpos militares, la disponi­bilidad en efectivo se ha re­ducido de RD$1.445.460, en agosto, a RD$6.085.170, en septiembre.

Todo este paisaje finan­cieramente crítico colo­ca a las instituciones sal­vaguardas de la defensa y soberanía del país en se­rios aprietos para salar sus obligaciones económicas  para los meses de octubre en curso, noviembre y di­ciembre venideros, lo que superaría los 1,500 millo­nes de pesos.

Podría afectar la nómina

Es así como cobran fuerza los temores de que, al care­cer de recursos suficientes para solventar sus adeudos económicos de los meses venideros, el reflejo de la crisis podría alcanzar con sus efectos la nómina del personal. Mientras tanto, en previsión de lesiones a las operaciones y planes de estas instituciones se han adoptado medidas de saneamiento de nóminas y recortes económicos en varios programas educa­tivos, sociales, y hasta en áreas operacionales.

Menos recursos en 2021

El presupuesto actual de las instituciones militares es de RD$33.221.611, lo que indica que, para el año 2021, esa cifra se reducirá a poco más 31 mil millo­nes de pesos.

La disponibilidad en efectivo del Ministe­rio de Defensa se redu­jo de RD $1.445.460 en agosto a 6.085.170 en septiembre, lo que co­loca a esa institución en aprietos para cumplir sus compromisos eco­nómicos a los meses de octubre, noviembre y diciembre, que supera­ría los 1,500 millones, siempre conforme a las fuentes.

Misiones en la defensa

La crisis de presupues­to que afecta a los entes militares puede paralizar buena parte de sus fun­ciones. Sus múltipes res­ponsabilidades y planes dirigidos a cumplir con objetivos previstos cuel­gan ahora sobre un hilo, al afrontar carencia de recur­sos financieros.

 La misión de los cuerpos militares dominicanos es ex­tensa, pero su base concreta y mejor definida es la defen­sa de la integridad territorial de la nación, guardianes de la soberanía y sustentadores de la paz y el orden público.

Otras de sus atribucio­nes elementales es ser ingre­diente primordial para crear las condiciones favorables al desarrollo de las actividades productivas de la nación, ba­jo un clima de máxima segu­ridad.

Sus tres cuerpos armados, Ejército, Marina y Fuerza Aé­rea, se funden bajo un propó­sito de capacitación y eficien­cia y servir de barrera ante cualquier amenaza, interna o externa, al sistema y sus ins­tituciones, siempre sujetas a un mando general institucio­nalizado en el Ministerio de Defensa.

Otros compromisos de la fuerza militar consisten en la defensa de la integridad del territorio, la soberanía y su independencia, asegurar el cumplimiento de la Cons­titución y las leyes, mante­ner el orden público, pro­teger el tráfico, industrias y comercios legales, brin­dar apoyo a las autoridades y funcionarios en la forma prevista en las leyes y re­glamentos militares, y pro­teger a los ciudadanos y sus propiedades.

También mantener el or­den en las costas y aguas te­rritoriales, y deben proteger el tráfico e industrias maríti­mas legales, combatir la pi­ratería y mantner el orden y proteger el tráfico aéreo legal y el comercio aéreo y los tra­tados internacionales.