Grant Dayton percibirá una ausencia notoria esta temporada, cuando llegue a las instalaciones de entrenamiento de los Bravos de Atlanta: su salario quincenal no estará ahí.

Dayton está entre 11 peloteros de las mayores cuya paga prorrateada por una campaña abreviada a 60 juegos es menor que un dinero adelantado por las mayores a los peloteros cuando sobrevino la pandemia de coronavirus.

En el caso del lanzador zurdo de 32 años, ese adelanto fue de 286.500 dólares.

“Va a ser extraño no recibir un cheque”, dijo Dayton el viernes. “Pero ya nos pagaron.

El pitcher permitió el último jonrón de la pasada campaña regular. Se lo conectó Dominic Smith, de los Mets de Nueva York. Con ello, se totalizaron 6.776 cuadrangulares en las Grandes Ligas, un récord.

A fin de reanudar su preparación para la nueva temporada, Dayton conducirá el lunes desde su casa en Winter Haven, Florida, y Atlanta, junto con su esposa Cori, su hijo de 2 años y medio Decker y su otro hijo Nolan, de casi 6 meses. Luego, el pelotero se incorporará a los entrenamientos de los Bravos en el Truist Park.

Después de que el inicio de la campaña se pospuso por la crisis de salud, las mayores y el sindicato de peloteros llegaron el 26 de marzo a un acuerdo que contemplaba un adelanto de 170 millones de dólares por parte de los clubes a los peloteros, por concepto de salario, durante los primeros 60 días de la campaña.

Otros que no recibirán cheques debido a que sus salarios prorrateados terminaron siendo más bajos que los adelantos son Jimmy Nelson, lanzador de los Dodgers de Los Ángeles, y Jonathan Holder, relevista de los Yanquis de Nueva York (con 277.778 dólares cada uno); el dominicano Erik González, de Pittsburgh, y Andrew Knapp, cátcher de Filadelfia (262.943; el pitcher Jharel Cotton, de los Cachorros (237.037); los lanzadores Collin McHugh, de Boston, Ross Stripling, de los Dodgers, y Jesse Hahn, de Kansas City (222.222), y el serpentinero dominicano Freddy Peralta, de Milwaukee (575.200).

“Mi primera reacción fue: ’¡Guau!, si no tenemos juegos este año me van a pagar lo mismo que a Freddie Freeman, lo cual estaría muy bien”, dijo Dayton en broma, refiriéndose a su compañero, cuatro veces elegido al Juego de Estrellas.

Freeman tenía un salario de 22 millones de dólares para este año, pero éste se redujo a unos 8,15 millones.

“Sabía que iba a haber un momento en que, si reanudábamos los juegos, no nos pagarían. Y no tengo problema con eso, porque recibimos montos significativos de dinero y estamos bien”, dijo Dayton.

Cada uno de los casi 480 jugadores con los llamados contratos “directos”, que contemplan un salario único, obtuvieron 286.500 dólares. Los 769 peloteros con contratos “divididos”, que tienen un salario más bajo en las ligas menores —generalmente un grupo más joven que no es elegible para el arbitraje— recibieron 16.500, 30.000 o 60.000 dólares, dependiendo de su nivel de paga en sucursales.

Dayton, quien ha pasado parte de tres campañas en las mayores, tiene un contrato por un año y 655.000 dólares. Su salario prorrateado para la campaña abreviada será de 242.593 dólares, suponiendo que la pandemia no cause que más juegos se cancelen.

El grupo no tendrá que devolver efectivo alguno, puesto que el acuerdo alcanzado en marzo señala: “En caso de que haya una temporada por el campeonato de 2020, cualquier cantidad adelantada a peloteros individuales que no pueda ser recuperada por los clubes mediante deducciones de la nómina durante la campaña por cualquier motivo debe ser reembolsada a los clubes a partir del Fondo de Impuesto Internacional al concluir la temporada”.

Ese fondo es dinero que se cobra a los equipos cuando exceden los bonos para contratar a cotizados peloteros amateur de América Latina.

“Tenemos la bendición de recibir más dinero que el monto prorrateado”, dijo Dayton.

Buena parte del grupo tiene salarios relativamente bajos para peloteros elegibles al arbitraje, debido a lesiones que los han marginado y que han demeritado sus estadísticas.

Nelson regresó en junio de 2019, tras someterse a una cirugía de hombro. Se vio limitado a tres aperturas y siete apariciones como relevista.

McHugh se perdió toda la actividad de septiembre y la postemporada, por un dolor en el codo derecho. Firmó un acuerdo con un salario de 600.000 dólares y 3,65 millones en bonos por desempeño y por figurar en la nómina.

Cotton, Dayton, Hahn y Stripling se ausentaron por largo tiempo al comienzo de sus carreras por cirugías de codo. González se perdió más de la mitad de la campaña anterior, luego de fracturarse una clavícula.

Peralta tiene un salario bajo en 2002, como parte de un contrato de cinco años y 15,5 millones de dólares al que accedió en marzo.

Dayton tuvo una foja de 0-1 y una efectividad de 3.00 en 14 apariciones como relevista el año pasado. Su récord es de 1.3 y su promedio de carreras limpias admitidas de 3.34 en 68 juegos de las mayores, que incluyeron una estadía con los Dodgers en 2016-17.

Se pregunta cómo le irá en el arbitraje el próximo invierno.

“Va a ser un año loco y una temporada corta, pero supongo que ellos van a tener que poner en el papel que ésta será una temporada real, de campeonato”, indicó. “Y en cuanto a los contratos del futuro, van a tener que tomar en cuenta las estadísticas de este año, lo que causa miedo en el caso de un relevista, para ser sinceros, porque si tienes un mal juego, te llevará un año entero recuperarte. Quienes comienzan lento no podrán hacerlo más”.