Con la detención de Juan Carlos y Marcela Durán, la Justicia da por esclarecido el crimen del jubilado Ismael Cabral (83), asfixiado el 23 de abril en su casa de Villa Nocito en Bahía Blanca. Ese día había cobrado $ 39.000 de jubilación y la mujer lo había acompañado al banco. Desde ese entonces, su hermano menor estaba desaparecido.

A Juan Carlos Durán (23) lo encontraron el martes en una quinta cercana al pueblo de Cabildo, a 50 kilómetros de la ciudad. Por teleconferencia, le dijo al fiscal de Homicidios Jorge Viego que se había escondido ahí “porque escuchó que lo buscaban y se asustó”. Pero aseguró que él no mató a Cabral.

Esta última afirmación es la única del relato de Durán que no coincide con todos los elementos de prueba que había recogido previamente la fiscalía. El sospechoso admitió haber ido ese día a la casa de Pasaje Junín al 2300 a reparar una puerta y a la noche, haberse reunido con tres personas, entre las cuales estaba Marcela Durán (33).

En ese encuentro, Juan Carlos confesó el crimen y vinculó a su hermana mayor con el hecho. Así se lo aseguraron un allegado y un amigo de los Durán a la Unidad Funcional de Instrucción Judicial 5 que presentó sus testimonios a la justicia de Garantías para pedir la detención de ambos. Uno de los testigos dijo que el hombre tenía manchas de sangre en su ropa.