Una cápsula Soyuz MS despegó a las 05:45 UTC del 14 de octubre desde el cosmódromo de Baikonur. A bordo viajaban tres astronautas, dos rusos y una estadounidense, cuyo asiento compró la NASA cuando el país aún no disponía de medios propios para enviar a sus astronautas a la estación espacial internacional.

 

La misión, llamada Soyuz MS-17, partió mediante un cohete Soyuz 2.1a, que colocó a su carga en una órbita baja provisional. El ascenso se completó sin dificultades y supuso el inicio de una rápida serie de maniobras que permitirían el acoplamiento del vehículo con el complejo orbital apenas dos órbitas después del despegue.

 

Tradicionalmente, las Soyuz, y las naves de carga Progress, dedicaban dos días a cubrir la distancia entre la Tierra y la estación espacial, optimizando al máximo sus recursos y consumibles. Pero desde hace algún tiempo se han ideado trayectorias ultra-rápidas (de seis horas, siendo la actual de tres horas el menor tiempo hasta la fecha) que han disminuido progresivamente el período necesario para alcanzar dicho destino. Para lograrlo es necesaria una inyección orbital muy precisa, y el sistema actual lo permite. El recorte de plazos es muy bienvenido por la tripulación, que dispone de un espacio limitado a bordo.

 

En la Soyuz MS-17 viajaron Sergey Nikolayvich Ryzhikov, Sergey Vladimirvich Kud-Sverchkov y Kathleen Hallisey Rubins. A las 08:48 UTC, se acoplaban al módulo ruso Rassvet, mientras la estación espacial sobrevolaba el mar Mediterráneo.