El uso obligatorio de mascarillas, las restricciones en espacios abiertos y cerrados para garantizar el mantenimiento de una distancia social suficiente, el teletrabajo y demás medidas de salud pública introducidas por los gobiernos europeos para frenar la transmisión y expansión del covid19 no están dando los resultados esperados. Es una de las conclusiones que recoge el último análisis de riesgos publicado este jueves por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) cuya directora, Andrea Ammon, insite: «la pandemia no ha terminado y no hay que bajar la guardia».

El informe constata que el número de casos positivos ha seguido creciendo en los últimos dos meses con un repunte superior al 10% en los últimos catorce días en más de una docena de Estados miembros, entre ellos España. En algunos países, como Luxemburgo, Dinamarca o el Reino Unido, esta evolución puede deberse a un incremento de los test PCR a personas de entre 15 a 49 años, asintomáticos la mayoría o con síntomas leves. En otros países, en cambio, los expertos del centro europeo lo achacan al repunte de la enfermedad entre la población más mayor, lo que a su vez ha disparado de nuevo las hospitalizaciones y la reaparición de casos graves en países como España, Croacia, Rumanía o Malta entre otros. Una situación que revela, según el EDCD, que las medidas adoptadas hasta ahora no están dando frutos suficientes. 

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante una rueda de prensa

«El incremento de los niveles de transmisión observados indica que las intervenciones no farmacéuticas puestas en marcha no han logrado el efecto deseado, ya sea porque el respeto de las medidas no es óptimo o porque las medidas no son suficientes para reducir o controlar la exposición», señala el ECDC en la duodécima evaluación que realiza desde que el mortífero coronavirus irrumpiera en el continente europeo donde ha infectado a más de 2,9 millones de personas y ha provocado la muerte de más de 187.000. El estudio también concluye que la vulnerabilidad de la población a la infección sigue siendo elevada y que el nivel de la inmunidad sigue siendo inferior al 15%. 

Los 11.289 nuevos casos notificados por el Ministerio de Sanidad elevan a 693.556 la cifra total de contagios este miércoles, en el que la Comunidad de Madrid, que sigue registrando el mayor número de positivos, ha pedido apoyo militar urgente y evalúa ampliar las medidas de limitación de la movilidad.

«No hemos superado la crisis»

Por todo ello, tanto Ammon como la comisaria de sanidad, Stella Kyriakides, han urgido a los gobiernos de la UE a reforzar sus capacidades sanitarias y a redoblar los esfuerzos para controlar la transmisión entre los niños de mayor edad, los adultos de menos de 50 años, las personas más vulnerables así como los trabajadores sanitarios y, particularmente, los médicos de familia. «Algunos Estados miembros están experimentando un número de casos superior al del pico de marzo. Está claro que no hemos dejado atrás la crisis. Estamos en un momento decisivo y todos tienen que actuar con decisión y utilizar las herramientas que tenemos», ha reclamado Kyriakides.

Y esto, según los expertos europeos, significa realizar pruebas diagnósticas lo antes posible, claves para aislar potenciales casos positivos lo antes posible, así como garantizar el rastreo de posibles contagios porque «hasta que tengamos una vacuna segura y efectiva disponible, la identificación rápida, los test y las cuarentenas de contactos de alto riesgo son algunas de las medidas más efectivas para reducir la transmisión» además de «la distancia física, la higiene de manos y permanecer en casa si uno se siente enfermo”, sostiene Ammon que ha alertado de que la principal causa de la expansión de la pandemia en estos momentos, en España y en otros Estados miembros, son «las reuniones privadas, con familiares y de amigos».

«Todos los Estados miembros deben estar preparados para desplegar medidas de control inmediatamente y en el momento oportuno, en cuanto surja un nuevo brote potencial» porque «puede ser nuestra última oportunidad para evitar que se repita lo (ocurrido) la pasada primavera», avisa Kyriakides. Según la recomendación del ECDC, las cuarentenas deben seguir siendo de 14 días en el caso de personas que hayan estado en contacto con casos positivos aunque pueden reducirse a 10 días tras la exposición, siempre y cuando el test PCR da negativo en el décimo día. Los expertos también ponen el foco en la importancia de la comunicación con los grupos de edad más joven, porque «el reducido cumplimiento» de las medidas de protección es «causa de preocupación creciente», y en la necesidad de proteger la salud mental. «El regreso de tasas de incidencia altas y la consecuente reintroducción de medidas restrictivas en algunos países podría llevar a más estrés», alertan.