Israel está provocando a los palestinos para generar un nuevo conflicto armado, ahora que se sienten respaldados por la nueva Administración de EEUU, según aseguraron los mandos de la organización palestina Hamás.

La llegada al poder en EEUU de Donald Trump, quien ha mostrado su claro apoyo y simpatía hacia Israel, ha coincidido con una escalada de la tensión en la franja de Gaza, asegura Osama Hamdan, miembro de la dirección de Hamás.

Israel, al sentir el respaldo de Trump, ha decidido que puede realizar cualquier acción sin temer la reacción de la comunidad internacional, que a su vez está ocupada con otros problemas en la región.

“Así se explica el reciente arresto de los vigilantes de la mezquita de Al Aqsa, el asesinato de Mazen Faqha (uno de los líderes de Hamás) y los constantes bombardeos en la franja de Gaza”, explicó Hamdan.

Además, Israel continúa construyendo un muro alrededor del sector de la franja de Gaza. Una vez finalizado, el flujo de productos afectará a la organización palestina, razón por la cual Hamás intenta detener la construcción a cualquier precio, incluso reavivando la guerra.

“Israel no está interesado en una escalada [del conflicto] en Gaza”, explicó a Izvestia el ministro de Absorción e Inmigración israelí, Zeev Elkin.

Sin embargo, añadió el ministro, Tel Aviv no puede dejar sin respuesta los bombardeos de Hamás contra la población civil en la franja de Gaza o el intento de realizar actos terroristas. Según Elkin, el país hebreo simplemente responde a los misiles lanzados por Hamás hacia territorio israelí.

“Si hay silencio por parte de Palestina, habrá silencio por parte de Israel”, resaltó el responsable político.

Para el analista ruso Yuri Zinin, las victorias contra Daesh —organización terrorista proscrita en Rusia y otros países— y la recuperación de los territorios que habían sido capturados por los yihadistas han permitido que los antiguos conflictos en la región se reaviven.

“Con el inicio de la ‘primavera árabe’, el problema de Palestina pasó a un segundo plano. Esto benefició a Israel. Los palestinos se encuentran ahora en una posición menoscabada e intentan hacerse notar”, señaló.

La última escalada del conflicto entre ambos territorios se produjo en 2014, cuando Israel lanzó la operación Margen Protector que, según la ONU, se saldó con la muerte de 2.030 palestinos, entre ellos 1.444 civiles. En ese entonces, el país hebreo reportó 73 víctimas, entre ellas siete civiles.

​Ahora las dos partes no parecen dispuestas a ceder y un posible conflicto está a la vuelta de la esquina.