HOUSTON – El miércoles pasado un cura de una iglesia católica falleció y días después cinco miembros de la parroquia dieron positivo de COVID-19.

Cabe señalar que la iglesia siguió las instrucciones del gobernador de Texas, Greg Abbott, y reabrió sus servicios religiosos el 2 de mayo.

La repentina muerte del sacerdote Donnel Kirchner, de 79 años, el 13 de mayo causó que la directiva de la iglesia católica El Espíritu Santo cerrará sus servicios.

Las instalaciones de la parroquia se encuentran ubicadas en el área de Gufton, al suroeste de la ciudad. Este sector de Houston cuenta con una alta población de hispanos.

Kirchner murió luego de que se le diagnosticó una neumonía días antes de morir.

Después de su fallecimiento, la parroquia tomó la decisión de hacerle la prueba del coronavirus a todos sus miembros; cinco dieron positivo.

La iglesia aceptó la posibilidad de que haya feligreses expuestos al virus durante los diferentes servicios religiosos que se ofrecieron en las últimas dos semanas.

Los contagiados se encuentran en cuarentena en la residencia de la iglesia, aislados de los demás miembros de la comunidad.

Se hace un llamado a los feligreses que han acudido a las misas para que se hagan las pruebas de coronavirus como medida de precaución.