Las familias de los refugiados y sus partidarios, incluyendo a 124 funcionarios electos, le enviaron el martes una carta al presidente Joe Biden en la que le llaman a cumplir su promesa de aumentar las admisiones de refugiados a Estados Unidos en el año fiscal en curso, remplazando el número históricamente bajo que fijó su predecesor Donald Trump.

Biden presentó un plan al Congreso hace dos meses para elevar el límite de admisiones a 62.500 y eliminar las restricciones impuestas por Trump, que han retirado la elegibilidad a un gran número de refugiados, incluyendo a aquellos que huyen de guerras.

Pero Biden no ha emitido determinación presidencial alguna desde que su gobierno notificó al Congreso, como lo requiere la ley.

La medida no requiere de aprobación del Congreso y mandatarios anteriores han emitido órdenes presidenciales similares para fijar el límite de admisiones poco después de notificar al Congreso.

El gobierno de Biden no ha explicado por qué el presidente ha mantenido el límite de admisiones de refugiados en el nivel de 15.000 fijado por Trump, el más bajo en los 41 años de historia del programa estadounidense de Reasentamiento de Refugiados. La Casa Blanca no respondió de inmediato a la carta del martes.

“Esto sigue teniendo un impacto devastador en personas en necesidad urgente de protección humanitaria”, dice la misiva firmada por familiares de refugiados, agencias de reasentamiento y 124 funcionarios electos estatales y locales de 35 estados.

Solamente unos 2.050 refugiados han sido admitidos en el país debido a las restricciones impuestas por Trump, dijeron las agencias.

Cada día que pasa sin que se tomen medidas “deja a cientos de familias de refugiados en el limbo en campamentos de refugiados y a muchos esperando a reunirse con sus seres queridos aquí en Estados Unidos, esperando porque nosotros cumplamos nuestra promesa de protegerlos”, dice la carta

“Esperamos que el presidente Biden escuche nuestras voces” dijo Nejra Sumic, uno de los refugiados que organizó el envío de la carta.

El Departamento de Estado, que coordina los vuelos con las agencias de reasentamiento, registró a 715 refugiados para viajar a Estados Unidos en anticipación de que Biden habría actuado para marzo, pero esos vuelos fueron cancelados toda vez que los refugiados no eran elegibles de acuerdo con las reglas de Trump, dijeron las agencias.

La mayoría de los refugiados son de África y huyen de conflictos armados o de acoso político. La mayoría de los puestos son asignados para personas que escapan de la persecución religiosa, iraquíes que han asistido a las fuerzas estadounidenses en su país y personas provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, dicen las agencias.

Una de las personas a las que se le fue cancelado su vuelo era una mujer embarazada de Congo, que ahora no puede volar porque está en su tercer trimestre de gestación, dijo Mark Hetfield, presidente de HIAS, una organización judía sin fines de lucro con sede en Maryland y que es una de nueve agencias de reasentamiento de refugiados en Estados Unidos.

“Simplemente no existe una explicación racional para no hacer el cambio en este momento”, dijo y añadió que eso está creando “mucho estrés adicional para los refugiados”.