Familiares de una mujer ultimada por su pareja sentimental en el poblado de Mirabel, provincia de San Francisco de Macorís, afirmaron este lunes que el victimario es, presuntamente, distribuidor de sustancias ilícitas y amenazaba con matarla.

El homicida, Charles de Jesús Abreu Almonte “trabaja en un punto de drogas y siempre mi hija tenía que irse de la casa porque él quería matarla con su pistola”, narró Ángela María Soler madre de la fallecida Clariza Rodríguez, de 36 años.

En ese sentido, Soler dijo que su hija permaneció una temporada encarcelada y durante ese tiempo siempre contó con la visita de Abreu Almonte, a pesar de que “cuando ella estaba con él las palizas eran constantes”.

“Él decía que no podía separarse de ella, incluso, en una ocasión el homicida le quemó todas sus pertenencias y cuando mi hija lo abandonó, prometió cambiar y comprarle todo lo material otra vez”, señaló la madre de la víctima.

Asimismo, Rosanna Soler, hermana de la extinta, aseguró que su familiar era constantemente asediada por Abreu Almonte y que cuando era maltratada tenía que recurrir a los vecinos para que la socorrieran en su auxilio.

“Yo quiero justicia, que le den 30 años porque mi hija no era un animal”, sentenció la madre de Clariza.

Versión del verdugo

A diferencia de las declaraciones de los familiares de Rodríguez, Charles de Jesús Abreu Almonte, de 39 años de edad, quien además fue apresado por la Policía Nacional el pasado domingo, dijo que, presuntamente la víctima le era infiel y que era ella quien lo acorralaba para permanecer en la casa de ambos.

“Ella me tenía en una situación incómoda, me pega cuernos, me roba el dinero, usaba drogas y le gustaba amanecer en la calle”, aseguró.

Narró que en reiteradas ocasiones le pidió que se fuera de la casa, porque supuestamente esta llegó a amenazarlo con quitarle la vida.

“Hasta que me llevó a un extremo de matarla y por eso le disparé”, finalizó Abreu Almonte.