La tercera y última de las misiones marcianas previstas para la presente ventana de oportunidad despegó el 30 de julio con éxito desde Cabo Cañaveral. Un cohete Atlas-V (541) (AV-088) partió desde la rampa SLC41 a las 11:50 UTC, llevando a bordo al robot móvil Perseverance de la NASA, cuyo aterrizaje está previsto para febrero de 2021.

 

El lanzamiento se llevó a cabo según el plan previsto. La etapa superior Centaur situó a su carga inicialmente en una órbita baja provisional, para minutos más tarde reactivarse y colocarla a la velocidad de escape necesaria para abandonar la gravedad terrestre y dirigirse hacia Marte.

 

La sonda Mars 2020 fue liberada en el momento preciso. Se trata de un vehículo compuesto por una etapa de crucero de 539 kg, que proporcionará energía, comunicaciones y propulsión al conjunto durante el viaje, y la etapa de entrada y descenso, de 4,5 m de diámetro, que contiene en su interior al robot Perseverance y su etapa propulsiva de aterrizaje, así como los paracaídas y el escudo térmico para resistir el rozamiento con la atmósfera marciana.

 

Las imágenes mostraron la separación de la sonda respecto al cohete, y minutos más tarde (13:15 UTC), la Mars 2020 enviaba su primera señal a la Tierra, reconociendo que estaba activa. A la espera de telemetría más detallada, esta llegó a las estaciones de seguimiento hacia las 15:30 UTC, sugiriendo que la nave había entrado en modo seguro. Los técnicos determinaron que ello debió ocurrir con la detección de un rango de temperaturas algo diferente al esperado al salir de la sombra de la Tierra. Desde ese momento, los controladores de la misión iniciaron una revisión completa de los sistemas, asegurando su buena salud antes de devolver al vehículo al modo de crucero normal.