Han pasado 76 años, pero la cicatriz permanece viva en la conciencia colectiva…

Un día como el de ayer -16 de junio- pero de 1944, en South Carolina, George Stinney Jr., fue ejecutado en la silla eléctrica.

Stinney, Jr. tenía solo 14 años y era negro. Pero hay un detalle que hace todo aún más repudiable: era inocente de los asesinatos por los que se le condenó a la pena capital.

Stinney, Jr. es considerada hoy la persona más joven ejecutada en los Estados Unidos. Se le juzgó y fue sentenciado a la pena de muerte por un crimen que no cometió: el asesinato de dos niñas blancas en el pueblo de Alcolu del segregado condado de Clarendon.

Su “delito” ante las autoridades y la comunidad fue haber sido negro. Así lo confirma la historia hoy, unos seis años después de que una jueza (en el 2014) lo exonerara de responsabilidad en el caso.

Con la furiosa efervescencia actual por la muerte del afroamericano George Floyd a manos del policía blanco Derek Chauvin en Minneapolis, Minnesota, el caso de Stinney, Jr. fue retomado por activistas y usuarios de redes sociales como parte de las protestas para dramatizar la ruta de opresión que ha enfrentado esa comunidad.

Las alegaciones

El menor fue procesado criminalmente luego de que Mary Emma Thames, de 7 años, y Betty June Binnicker, de 11, fueron halladas muertas después de salir a recoger flores silvestres. Sus cuerpos, recuperados de una zanja inundada, habían sido golpeados y heridos con un clavo de ferrocarril.

El reporte de Meaww la semana pasada detalla que, en marzo del referido año, un grupo de uniformados blancos arribó a la vivienda del adolescente, lo esposaron y se lo llevaron bajo custodia

La única pista con la que contaban las autoridades era que habían visto a George hablando con las niñas.

El juicio, encabezado por un jurado cuyos miembros eran 12 hombres (todos blancos), duró unas tres horas y el veredicto se estableció en unos 10 minutos. La defensa no presentó testigos ni apeló la determinación, siendo éstas solo algunas de las deficiencias que marcaron el proceso.

El muchacho había sido juzgado bajos los llamados “Códigos Negros” (“Black Codes”o “Jim Crow”) que facilitaban el procesamiento criminal de negros y usualmente culminaban en convicciones viciadas y falsas.

Invalidan convicción

En el 2014, la jueza Carmen Mullins anuló la decisión en contra de Stinney Jr. El falló se dio como resultado de la presión de grupos civiles que por años trabajaron para reinvindicar la memoria del jovencito, entre otras cosas, con el argumento de que su confesión fue coaccionada, según un reporte de NBC News.

La hermana del chico dijo en una declaración jurada, en el 2009, que había estado junto al menor el día de los asesinatos y que no podía ser el culpable.

La vida de Stinney, Jr. ya no puede ser rescatada. Sin embargo, su reputación y su dignidad ante la historia, sí.