A más de tres meses del cierre del turismo dominicano por la pandemia de COVID-19, las pequeñas y medianas empresas que se sustentan de la actividad están en una situación financiera difícil que les dificultaría retomar sus operaciones con normalidad.

Será a partir del primero de julio cuando la actividad turística reinicie en República Dominicana, según lo dispuesto por el Gobierno, pero en el caso de las empresas transportistas de turistas su supervivencia dependerá de la velocidad con la cual se recupere el flujo de visitantes extranjeros.

En ese sentido, Tusides Santana, presidente de la Asociación Dominicana de Transporte Turístico (Adotratur), reconoció que, aunque todavía no se registra la quiebra de empresas de ese sector, “yo sé que eso va a pasar, lamentablemente”.

 

“Tenemos necesidad de que el Gobierno auxilie las empresas y las distintas áreas que tienen que ver con el turismo, el dinero anunciado para prestarlo a un 8 % desde los bancos no hemos podido disponer de esos recursos, estamos amarrados casi de pies y manos”, denunció.

Por su lado, una de las representantes de la Asociación de Empresas Acuáticas aseguró que ese sector está “casi” al borde de la quiebra.

Sostuvo que la gran mayoría de las empresas que brindan excusiones acuáticas están en la capacidad de reiniciar sus labores, pero que ello dependerá de las condiciones de ocupación de los hoteles, debido a que esos negocios deben pagar una renta dentro de los establecimientos vacacionales.

Mientras, el presidente de la Asociación de Touroperadores Receptivos, Manuel Muñoz, afirmó que una vez se reinicie el turismo es cuando se podrá ver el impacto de la crisis causada por el coronavirus en las empresas de ese sector.

“Pero sí, hay muchas empresas que han quebrado y muchos destinos que van a dejar de trabajar quizás hasta diciembre”, reconoció Muñoz al ser cuestionado sobre los efectos de la pandemia sobre los touroperadores.

Protocolos ante el COVID-19

Asimismo, la separación de la cabina del conductor del aérea de pasajeros, la limitación hasta el 70% de las unidades y el distanciamiento dentro del vehículo para personas que no viajen juntos.