La República Popular China suspendió la trasmisión de la ceremonia de los Oscar. Fue una decisión política más que cultural. En los países de partido único la cultura es manejada desde las esferas de poder. Esto no es nuevo. Pero aquí no habrá referencia directa a esta forma peculiar de trabajo cultural.

Una directora china, formada en Londres y radicada en los Estados Unidos, acaba de ganar el premio Oscar a la Mejor Película. Se llama Cloe Zhao, tiene 39 años y es reconocida como una de las cineastas más destacadas y talentosas de los últimos años.

Nacida en Pekín, su padre fue un exitoso ejecutivo del acero y su madrastra lo era la conocida actriz de comedia china Song Dandan.

Zhao abandonó su país natal a los 14 años. A mediados de 1990 se fue a vivir a Inglaterra para estudiar en Brighton, a pesar de que hablaba el idioma inglés con suma dificultad.

Pero a ella le encantaban los desafíos. Triunfó en un país diferente, en una cultura diferente por su manera de entender y hacer suyas las esferas del saber. Era brillante y muy pronto el idioma inglés no fue un obstáculo.

Después de Brighton, se fue a los Estados Unidos, país donde estudió Ciencias Políticas en Massachusetts antes de mudarse a Nueva York, en 2010. Una vez radicada en la Ciudad de los Rascacielos, se integró al posgrado de cine de la Tisch School of the Arts de Nueva York, cuyo director artístico era Spike Lee.

Aquel fue un momento crucial. Comenzó su primer largometraje “Songs My Brothers Taught Me”, una historia de transición a la adultez filmada en una reserva de nativos norteamericanos en Dakota del Sur, con actores no profesionales.

En medio de la filmación conoció a un jinete de rodeo llamado Brady Jandreau y decidió armar su próxima película en torno a él.

“The Rider”, estrenada en 2017 (y donde el padre de Zhao figura como Productor Ejecutivo), cuenta la historia de un joven llamado Brady que trata de vivir con las secuelas de un grave accidente de rodeo.

El filme fue elegido como mejor película del año por la Sociedad Nacional de Críticos de Cine de EE. UU. y del programa de cine de BBC Radio 4.

“The Rider” refinó su sello distintivo, su “art poética” en el cine de estilo neorrealista: elegir personas que no son actores para contar un drama personal emotivo y conmovedor en una forma de realidad ficticia, filmada por lo general en espacios abiertos bañados por la luz dorada del sol y con un entramado social de trasfondo.

Siempre se ha sentido como una extraña. Por eso la atraen personas de la periferia con estilos no convencionales, como los que viven en camionetas y cuyas vidas transitorias, impredecibles pero a menudo libres se documentaron en el libro “Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century”, de Jessica Bruder adaptado al cine y piedra angular de su filme.

Ese detalle la llevó a conocer la vida de muchos personajes y eligió a algunos para que interpretaran versiones de sí mismos, junto a la protagonista principal Fern, un papel ficticio interpretado por la actriz Frances McDormand.

“Nomadland” sonó como la gran ganadora del Oscar desde septiembre pasado, cuando se convirtió en la primera cinta en obtener los principales premios en los festivales de cine de Toronto y Venecia. La directora se convirtió en una de los cineastas más famosas de Hollywood.

Su próximo film anunciado se ttula “Eternals”, donde usará voces distintivas para recrear una de las famosas historietas de Marvel, sobre superhéroes inmortales con actuaciones de Angelina Jolie, Salma Hayek, Richard Madden y Kumail Nanjiani.

Zhao no oculta su admiración por el Universo Cinematográfico de Marvel desde hace una década. “Eternals” aunque parte de los personajes que integran la historieta, tendrá su propia visión. Su estrenará en noviembre. Después de eso, trabajará en una versión de Drácula.

Antecedentes en el cine chino
El cine chino es una industria. En el pasado siglo XX unos pocos maestros asiáticos cruzaron las fronteras nacionales. Eran otros tiempos. Todavía el país no era la segunda potencia económica mundial y se permitían ciertas veleidades en busca de celebridades que contribuyeran a romper el aislamiento comercial de la Gran Muralla. La pequeña isla de Taiwán, como nación independiente, ya se estaba posicionando con nombres como Ang Lee, Hou Hsiao-Hsien, Tsai Ming-Lian y Chung Mong-hong, entre muchos otros.

Frente a ellos, China contó también con un equipo cinematográfico de grandes estrellas. Y dos de ellas también lograron la aclamación mundial: Won Kar-Wai (Hong Kong) y Zhang Yimou.

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Won Kar Wai saltó a la fama en 1997 con “Happy Together”, un drama sobre una relación sentimental en Buenos Aires entre dos jóvenes emigrantes que sobreviven en un ambiente hostil.

Dos grandes actores chinos, Leslie Cheung y Tony Leung son los protagonistas de esta historia de 98 minutos, llena de poesía de pasión. Wong Kar Wai también estuvo al frente de otros filmes inolvidables como “Chungking Express”, “In the mood of love” y “2046”.

En todas ellas, a diferencia de Cloe Zhao, crecen historias con temas chinos protagonizados por actores chinos. Igual virtud corresponde a ese otro gran maestro oriental que responde al nombre de Zhang Yimou, quien posee una de las más valiosas filmografías del mundo con obras como “Sorgo Rojo” (1987), “Happy Times” (1994), “Ju Dou” ( 1990), “La linterna roja” (1991), “Ni uno menos” (1999), “El camino a casa” (1999) y “Flores de la guerra” (2011).

Ninguno de estos grandes maestros pudo acariciar laa dorada estatuilla que otorga la academia norteamericana. Quien más se acercó fue Zhang Yimou al ser nominado en 1992 por su cinta “La linterna roja” como Mejor Película de Habla No Inglesa.

Pero no pasó de una simple nominación. Tampoco esa gran actriz llamada Gong Li integró las listas como Mejor Actriz a pesar de su extraordinario trabajo en cintas como “Camino a casa”.