Se acerca el final. Tras 8 años de conquistas, traiciones, amores y teorías, ‘Juego de Tronos’ llega a su fin el próximo lunes. Ante el final de este evento, los fans están revisando las profecías con las que las ocho temporadas nos han presagiado el final. El 8×05 ya cumplió muchas de estas, aunque no fuera de la manera en que esperábamos. Como ya apuntaba el autor de los libros, George R.R. Martin, en una entrevista en 2012, estas pueden ser un arma de doble filo. «Tienes que manejarlas con mucho cuidado, pueden añadir interés pero no debes tomarlas muy literales o fáciles». Por ello, la gran pregunta a la que debe dar respuesta el 8×06 es: ¿quién es el príncipe prometido, el Azor Ahai?

Esta profecía está mucho más desarrollada en los libros, donde se habla de un salvador (o salvadora) nacido de entre las cenizas y la sal que despertará a los dragones de las piedras. Ante esto, la gran favorita parecía ser Daenerys Targaryen hasta su giro tiránico del 8×05. Por ello, hay que tener en cuenta una parte de esta predicción que no está presente en la serie. Este príncipe que debe ser la canción de hielo y fuego (el título de la serie de libros) podría ser también Jon Snow. El personaje de Kit Harington sería la canción en cuanto que combina el hielo (su madre, Lyanna Stark) y el fuego (su padre, Rhaegar Targaryen). Sin embargo, puede que las teorías no hayan escuchado bien el aviso de Martin y lo hayan interpretado mal.

Se suponía que el príncipe prometido sería quien acabara con el Rey de la Noche, y el 8×03 mostró que esta hazaña iba a ser para Arya. Tras este capítulo y las acciones heroicas de la pequeña de los Stark en el 8×05, puede que la canción se ajuste a ella también. Los fans habían interpretado la profecía como la unión entre el hielo y el fuego, donde encajaba Jon. Sin embargo, como apunta Nerdist, puede que se trate en su lugar de la destrucción de ambos polos, siendo este primero el Rey de la Noche y el segundo la reina de dragones, ahora tirana de poniente. En el último capítulo de la serie, Ayra podría matar a la novia de su hermano y de esta manera cumplir tanto la profecía del Azor Ahai (matar hielo y fuego) como la de Melissandre (cerrar los ojos verdes que aún le faltan). Así, el personaje de Maisie Williams habría salvado al mundo del peligro tanto del hielo como del fuego, ya que como esta octava temporada ha demostrado, ninguno parece ser mejor que el otro.

El caballo de la princesa

Una de las imágenes más bonitas y comentadas del capítulo es esa escena final de Arya con el caballo blanco. Uno de los significados más probables para este animal, como apunta Polygon, es el de la muerte. El simbolismo lleva al libro de Apocalipsis 19:11, donde se dice «Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea». En lugar de ser este salvador, Arya sería la propia muerte, con un objetivo que matar, el último nombre de su lista como si fuera la misma parca: Daenerys. Hay aún más teorías que encajarína con esto, como que el caballo represente la venganza que tiene que emprender Arya por la niña pequeña a la que intentó salvar y que justamente llevaba un muñeco de un caballo blanco. Otras teorías apuntan a que el animal estuviera controlado por Bran o que sea una referencia al caballo blanco de Ned Stark al principio de la ‘Juego de Tronos’. Habrá que esperar al último capítulo de la serie para ver si este animal recibe mejor trato que el del querido lobo de Jon, Fantasma.