El principal temor que tienen los padres con el retorno de sus hijos a los salones de las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York el próximo 21 de septiembre, es la posibilidad de que puedan contagiarse con el coronavirus. Y es por ellos que este viernes varios sectores de la comunidad escolar expresaron gran preocupación al conocerse que al menos 16 trabajadores en el mismo número de planteles dieron positivos en las pruebas del COVID-19.

El anuncio lo hizo la Federación Unida de Maestros (UFT), el sindicato que agrupa a los docentes de la Gran Manzana, en un comunicado en el cual indicó que si la Ciudad no mejora los procedimientos de pruebas para conocer más rápido los resultados y si se dan más casos en los próximos días, no descarta retrasar el retorno de los educadores a las aulas.

La preocupación sobre posibles brotes del virus cuando comiencen las clases presenciales aumentó esta semana, luego que el miércoles, apenas un día después que los docentes volvieran a las aulas por primera vez el pasado martes, se reportara que dos maestros habían dado positivo en los test del coronavirus.

El presidente del UFT Michael Mulgrew, indicó que si el Departamento de Educación de la Ciudad (DOE) no mejora los procedimientos de pruebas y da a conocer los resultados de una manera más rápida, en por lo menos 48 horas después que una persona se la haga, se verán obligados frenar al inicio de las clases el 21.

“Si estas personas se hicieron las pruebas al comienzo de septiembre, ¿por qué estamos obteniendo los resultados ahora?“, cuestión Mulgrew.

“Hemos trabajado para que las pruebas sean rápidas y convenientes para el personal de las escuelas en toda la ciudad y los resultados han valido la pena, con más del 95% de las pruebas regresando dentro de las 48 horas posteriores”, dijo la vocera de la Alcaldía Avery Cohen, agregando que estaban “comprometidos a probar hasta el último caso del virus y continuaremos trabajando en conjunto con UFT para asegurarnos de que estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para que las escuelas sean seguras”.

El sindicato había amenazado con convocar una huelga para evitar el retornar a las escuelas porque consideraban que no estaban dadas las condiciones para garantizar la seguridad y salud de los maestros y toda la comunidad escolar, pero luego de intensas negociaciones con el alcalde Bill de Blasio y el canciller de Educación Richard Carranza, alcanzaron una acuerdo para iniciar la clases pero diez días más tarde, el 21 en vez del 10 de septiembre como estaba previsto originalmente.

¿Qué pasa si he un caso positivo?

El acuerdo estableció que la Ciudad pondría en marcha un estricto plan para garantizar la salud no solo de los niños, sino también de los educadores. Entre otras cosas se acordó que si se halla un caso positivo de COVID-19 en un salón de clases, esa clase se cerrará por completo y todos los niños y maestros de esa aula deberán permanecer en cuarentena. Pero si hay más de dos casos de coronavirus en toda la escuela, se cerrará el centro educativo y las clases serán solo remotas.

El alcalde De Blasio dijo el jueves que no había un plan real para revelar los resultados de pruebas positivas porque los estudiantes aún no habían regresado a las escuelas. “Por supuesto que habrá días en los que encuentres un caso en un aula y el aula tendrá que cerrarse, a veces habrá que cerrar una escuela”, dijo el mandatario, agregando: “Esto será una realidad temporal”.

En el plan del DOE también se estableció que las pruebas del COVID-19 entre el personal docente serían de forma aleatoria y una vez al mes, punto criticado por muchos maestros que exigen un plan más fuerte y específico.

El UFT informó sobre los 16 casos positivos entre el personal docente, que fue 1 en cada una de las 16 escuelas, luego que se hicieron test de COVID-19 a por lo menos 15,000 miembros de ese sindicato.

Parámetros para mantener abiertas las escuelas:

  • 3% debe ser el nivel máximo de contagios de COVID-19 en NYC para que puedan seguir abiertas.
  • 5% es el porcentaje máximo de contagios permitido para no cerrar escuelas dado por el Estado.
  • Las autoridades escolares y de salud estarán revisando diariamente las cifras del COVID-19.
  • Todos los niños tendrán opciones de clases presenciales, online y combinadas y en cualquier momento pueden hacer el cambio inmediato a clases virtuales exclusivamente.
  • Se exigirá estricto distanciamiento social y el uso obligatorio de máscaras faciales.
  • Habrá planes de limpieza en cada escuela durante el día y labores de desinfección en las noches.
  • Si se halla un caso positivo de COVID-19 en un salón de clases, la clase se cerrará por completo y todos los niños y maestros de esa aula deberán permanecer en cuarentena.
  • Si hay más de dos casos de COVID-19 en toda la escuela, se cerrará el centro educativo y las clases serán solo remotas.
  • Habrá plan aleatorio de pruebas del COVID-19, punto criticado por muchos maestros que exigen un plan más fuerte y específico.
  • Si un maestro o un niño se siente enfermo, se le exigirá quedarse en casa y se contactará con un sitio de pruebas del COVID-19.
  • Si un estudiante empieza a tener síntomas en la escuela se enviará de inmediato a casa.
  • Los casos positivos de COVID-19 deberán ser reportados por padres, estudiantes o miembros de la escuela.
  • Ante los casos positivos se desarrollará una investigación con el NYC Test y la agencia de rastreo de casos teniendo acercamiento y pruebas con las personas que hayan compartido con quienes den positivo.