El virus del Papiloma Humano (VPH o HPV en inglés) es una infección de transmisión sexual y el agente causal -en etapas avanzadas- de cáncer de cuello de útero en mujeres y, en menor medida, de pene en hombres. Este virus pertenece a la familia del Papillomaviridae y son muchos los tipos virales hasta hoy identificados, pero solo una pequeña porción -aproximadamente 30 subtipos- son los que infectan al tracto genital y son capaces de producir lesiones que pueden llegar a desarrollar cáncer.

Con respecto a esta problemática, Nexo Universitario entrevistó a la docente e investigadora Inés Badano (Universidad Nacional de Misiones (UNaM)-CONICET) quien suministró datos relevantes en relación con el virus VPH.

Badano indicó que “la infección por el virus es necesaria para que se produzca el cáncer pero no es suficiente, ya que dependerá de diversos factores que incidan en el avance de lesiones cancerígenas o potencialmente cancerígenas. Los estudios demostraron que el VPH es una infección muy común y prevalente en la población general, sin embargo, no todas las mujeres infectadas desarrollan cáncer de cuello de útero, sino una pequeña porción”.

A lo largo de los años se identificaron los factores de riesgo responsables y se trata de establecerlos específicamente para determinar mejor qué se hace frente a una infección por este virus, lo que dependerá de la edad de la paciente, el tipo de lesión que desarrolló u otros aspectos.

La especialista señaló que en el laboratorio de ella y sus colegas se desarrollan varias líneas investigativas. Inicialmente, los estudios empezaron con aspectos epidemiológicos porque lo que se quería saber hace 10 años atrás era si el virus estaba presente en la población de Misiones y qué tipos de virus circulaban, porque el VPH se clasifica en los de alto riesgo para el desarrollo de cáncer y los de bajo riesgo”. “Hay algunas infecciones que no tienen ninguna consecuencia clínica y otras sí, las más conocidas son hoy los subtipos 16 y 18 que son los ´blancos´ de las vacunas actuales”.

En los primeros estudios de laboratorio, lo que se analizaba era el nivel epidemiológico de presencia del virus de VPH. Se hacía skining en mujeres y se empezó a utilizar la técnica de la biología molecular para complementar el examen de PAP y obtener pruebas más precisas. En la actualidad esa técnica se usa ampliamente, pero hasta hace 10 años atrás no era muy común.