Los investigadores saben que los exosomas, pequeñas nanopartículas liberadas por las células grasas, viajan a través del torrente sanguíneo y del cuerpo, regulando una variedad de procesos, desde el crecimiento y el desarrollo hasta el metabolismo. Los exosomas son importantes en individuos delgados y sanos para mantener la homeostasis, pero cuando la grasa se ‘enferma’ (la razón más común para esto es el aumento de peso excesivo), puede cambiar su fenotipo y convertirse en inflamatorio, e interrumpe el funcionamiento de nuestros órganos. Cómo nuestro músculo esquelético e hígado metabolizan el azúcar a cómo nuestros vasos sanguíneos procesan el colesterol.

 

Robert J. Freishtat, MD, MPH, el jefe de medicina de emergencia en el Sistema Nacional de Salud de los Niños y profesor de medicina de precisión y genómica en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George Washington, y Sheela N. Magge MD, MSCE, que es ahora el director de endocrinología pediátrica y profesor asociado de medicina en la Escuela de Medicina Johns Hopkins, tenían curiosidad acerca de cómo se veía este proceso en adolescentes que se encontraban en el rango medio de la obesidad.

 

La obesidad es un factor de riesgo importante para la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, pero el Dr. Freishtat y el Dr. Magge querían saber: ¿Por qué algunos adolescentes con obesidad desarrollan diabetes tipo 2 sobre otros? ¿Por qué algunos adolescentes en este rango medio de obesidad son metabólicamente sanos mientras que otros tienen síndrome metabólico? ¿Puede la grasa en las personas obesas enfermarse y conducir la enfermedad?

 

Para probar esto, el Dr. Freishtat y el Dr. Magge trabajaron con 55 adolescentes obesos, de entre 12 y 17 años, como parte de un estudio en Children’s National. Los participantes (32 jóvenes normoglicémicos obesos y 23 jóvenes hiperglucémicos obesos) fueron similares en edad, sexo, raza, etapa puberal, índice de masa corporal y masa grasa en general. El factor distintivo: los participantes del estudio hiperglucémico, los adolescentes con niveles elevados de azúcar en la sangre, diferían en el lugar donde almacenaban grasa. Tenían almacenamiento extra de grasa visceral (o tejido adiposo), el tipo de grasa que rodea al hígado, páncreas e intestinos, un factor de riesgo conocido para la diabetes tipo 2.

 

El Dr. Magge y el Dr. Freishtat predijeron que los exosomas circulantes de los adolescentes con niveles elevados de azúcar en la sangre están enriquecidos para los microARN dirigidos al metabolismo de los carbohidratos.