Investigadores del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, del Hospital Río Carrión de Palencia, de las universidades de Valladolid (UVa) y León (ULE) (España), y del Instituto de Ciencias Atmosféricas y del Clima de Italia han determinado las principales esporas de hongos que causan alergia a los castellanos y leoneses. Estos datos mejorarán el diagnóstico y tratamiento de estos pacientes, que son atendidos con frecuencia en la Unidad de Asma Difícil con crisis severas.

 

Aunque mucho menos conocida que la alergia al polen, la alergia a las esporas de hongos es un importante problema de salud: su detección requiere pruebas complejas y las personas que la padecen sufren crisis respiratorias severas y difíciles de controlar.

 

“Del polen se sabe mucho, incluso se puede predecir si la primavera va a ser más o menos complicada con los datos que tenemos. Pero de las esporas hay muy pocos estudios previos y sus aumentos y descensos son impredecibles”, explica a DiCYT Alicia Armentia Medina, responsable de la Unidad de Alergia del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid y primera autora de esta investigación.

 

En Castilla y León, existe desde hace diez años un Registro Aerobiológico (RACyL) que realiza captaciones en 17 puntos de la comunidad para controlar y emitir previsiones sobre las concentraciones polínicas, una información de gran utilidad para la población alérgica. Este Registro también incorpora datos de otros alérgenos presentes en la atmosfera, como esporas fúngicas u otras partículas procedentes de vegetales, que son analizados en la Universidad de León.

 

Los investigadores observaron unas altas concentraciones de esporas de hongos en la atmósfera, así como crisis severas de asma por esporas, sobre todo en niños, coincidentes con la época de primavera y verano, por lo que se dispusieron a estudiar qué esporas estaban siendo las más dañinas, qué moléculas eran las causantes de esos problemas respiratorios y cómo podían tratar a estos pacientes.