Un vehículo espacial es conectado a un cable de 100 kilómetros de largo, anclado en un asteroide. La trayectoria de este vehículo, sujeto a través de ese space tether, tal como se le llama a este tipo de cable espacial, puede ser alterada muchos kilómetros, y el mismo puede ganar en energía durante el proceso de rotación hasta finalmente desconectarse y ser impulsado en otra dirección, incluso para salir efectivamente del Sistema Solar.


La factibilidad teórica de esta maniobra espacial se conoció durante la Sixth International Conference on Tethers in Space, realizada en la Universidad Carlos III, en Madrid, España, entre los días 12 a 14 de junio pasado. Este trabajo le ha proporcionado a su autora, Alessandra Ferraz Ferreira, el premio Mario Grossi, creado para laurear al joven científico que presentase el proyecto más innovador durante la conferencia.

Ferraz Ferreira realiza una pasantía posdoctoral en la Facultad de Ingeniería de Guaratinguetá de la Universidade Estadual Paulista (FEG-Unesp), en Brasil, con beca de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo – FAPESP. Este estudio se lleva adelante bajo la supervisión de Rodolpho Vilhena de Moraes, docente de la FEG-Unesp, e integra el Proyecto Temático intitulado “La relevancia de los pequeños cuerpos en la dinámica orbital”, coordinado por Othon Cabo Winter.

En el artículo premiado se definen los parámetros para la concreción de una maniobra de esa índole en el espacio tridimensional, y será remitido para su publicación en una edición especial de la revista Acta Astronautica. A esta maniobra se le ha dado el nombre de Tethered Slingshot Maneuver (TSSM), o maniobra de honda con cable, en una traducción libre.

“La idea consiste en fijar una de las puntas de un cable sobre la superficie de un cuerpo, un asteroide, por ejemplo, y en el otro extremo poner un dispositivo de recepción. Entonces se arroja un satélite u otro objeto en dirección a ese cuerpo y, cuando el mismo llegue a la posición en donde se encuentra el dispositivo de recepción, se conecta. La velocidad con que el objeto llega obliga al cable a efectuar una rotación y generar así un efecto similar al que logramos al girar una piedra atada a un cordel”, dijo Ferraz Ferreira.

Este modelo se vale de cuerpos de masa menor que planetas y satélites naturales para ganar energía. En el caso de cuerpos mayores, existen maniobras del tipo swing-by, en las cuales el campo gravitacional empuja al satélite o al vehículo espacial para ahorrar combustible, que es un factor crítico en las misiones.

El trabajo de Ferraz Ferreira apunta al uso factible de pequeños cuerpos, tales como asteroides, que no poseen campos gravitatorios tan poderosos como los planetas, para la realización de maniobras que generen impulso y ahorro de combustible.