El cambio climático es “la mayor amenaza del siglo XXI” para la salud mundial, según una publicación de The Lancet. La repercusión de este término ha ido en aumento, así como la preocupación de las consecuencias originadas por el calentamiento global.

La calidad del aire, la movilidad y el transporte o el sector industrial, entre otras, están en el foco de los medios y las nuevas medidas gubernamentales. Mientras, otros ámbitos quedan relegados a un segundo plano. En este contexto, ¿sabemos cuánto contamina el sector de la salud?

Se define ‘sector de la salud’ como “todas las organizaciones, instituciones y recursos dedicados a generar acciones sanitarias”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El sector de la salud, cuya misión es proteger y promover la salud de la ciudadanía, es uno de los más importantes en la sociedad. En los últimos meses, la relevancia del sector se ha destacado notablemente con la aparición del coronavirus y la perseverancia de los sistemas sanitarios.

La ONG Health Care Without Farm (HCWH) ha publicado un informe que presenta la primera estimación global de la huella climática del sector de la salud. El objetivo: ofrecer recomendaciones para alinear los objetivos mundiales de salud con los objetivos en materia climática

El ong, más conocida como Salud sin Daño en castellano, muestra “un camino” a seguir que “puede empoderar” a los sistemas de salud, a los prestamistas y donantes del sector. Estas medidas también consideran a los proveedores y fabricantes de bienes y servicios sanitarios.

Esta situación fomentaría la adopción de “acciones urgentes y eficaces en función del coste” para avanzar en emisiones netas y proteger la salud pública de las alteraciones climáticas.

Huella climática del sector de la salud

La huella climática del sector de la salud equivale a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de 514 centrales eléctricas de carbón de forma que, si el sector fuera un país, sería el quinto emisor más grande del planeta según el documento.

El informe se titula ‘Huella climática del sector de la salud. Cómo contribuye el sector de la salud a la crisis climática global: oportunidades para la acción’. Este documento ha sido elaborado en colaboración con la compañía Arup y basa sus consideraciones en 43 países.

Si el sector de la Salud fuera un país sería el quinto emisor más grande del planeta

Informe: ‘Huella climática del sector de la salud. Cómo contribuye el sector de la salud a la crisis climática global: oportunidades para la acción’ de Salud Sin Daño

Uno de los principales datos que indica el documento es el porcentaje de las emisiones del sector: el 4,4 por ciento de las globales netas, o lo que es lo mismo a 2 gigatoneladas de carbono. Unas cifras que sitúan al sector salud como “uno de los principales responsables de la crisis climática”.

En 2018, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicó un informe que señalaba la necesidad de establecer “cambios rápidos, de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad”.

Estas medidas podrían prevenir los “peores” impactos del cambio climático en concordancia con el Acuerdo de París y la limitación de la subida de temperatura global a 1.5º centígrados.

En base al mensaje de los científicos, los cambios deben incluir transiciones en las áreas de uso de tierra, energía, industria, edificios, transporte y ciudades, que reduzcan las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

El informe valora impactos directos del cambio climático, como la propagación de enfermedades transmisibles, temperaturas elevadas o sequías, entre otras. Todas ellas tienen consecuencias para la salud de las personas, el contexto perfecto para que la ong haga énfasis en los factores del sector que puedan contribuir.

Posible alteración de los servicios de salud

Además, la salud y el cambio climático tiene “el potencial de alterar la infraestructura central de salud pública y desbordar los servicios de salud”, según The Lancet.

Investigadores analizan acciones del sector y lanzan recomendaciones en consonancia con el Acuerdo de París

En esta línea, el análisis establece que los hospitales y los sistemas de salud inevitablemente afrontarán costos altos como resultado del creciente número de fenómenos meteorológicos de impacto. Dentro del ámbito de salud pública, los hospitales, los centros de salud y los trabajadores del sector serán los primeros en responder ante este efecto.

El documento identifica “fuentes clave de emisiones” con el objetivo de “brindar una serie de recomendaciones” que alineen los objetivos mundiales de la salud con los relacionados con clima.

El informe establece “diferencias significativas” en relación a la escala de las emisiones. No obstante, señala que el sector de la salud contribuye en la liberación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) al brindar sus servicios y adquirir productos y tecnologías en una “cadena de suministro intensiva en carbono”. En este sentido, el sector de la salud contribuye a través del consumo de energía, transporte, fabricación, uso y disposición de productos.

Principales emisores mundiales

Según el análisis, Estados Unidos, China y la Unión Europea son los tres emisores más grandes. Estos paises representan más de la mitad de la huella climática total del sector de la salud a nivel mundial con un 56 por ciento. Asimismo, los países que encabezan los diez primeros puestos de emisiones del sector de la salud constituyen el 75 por ciento de la huella climática del sector.

Los países que encabezan los primeros puestos de emisiones del sector suponen el 75 % de la huella

Informe: ‘Huella climática del sector de la salud. Cómo contribuye el sector de la salud a la crisis climática global: oportunidades para la acción’ de Salud Sin Daño

Hay múltiples categorías que normalmente se asocian con la huella climática y que están relacionadas con el sector de la salud, responsable del 10 por ciento del Producto Interno Bruto mundial.

Si se consideran las categorías de alcance tomadas en el estudio (Ver texto de apoyo), más de la mitad de la huella del sector de la salud es atribuible al consumo energético. Este dato hace referencia al consumo de electricidad, gas, vapor y suministro para aire acondicionado combinado con las emisiones operacionales del sector.

Gasto en salud

Según Salud sin Daño, existe una correlación entre la huella climática del sector sanitario de un país con su gasto en salud. No obastante, destacan otros factores “importantes” como la intensidad energética de la economía de un país y la intensidad de emisiones de su sistema energético.

Los autores del informe consideran que el sector de la salud “debe responder ante la creciente emergencia climática” con prevención primaria y con la reducción de sus propias emisiones, a la vez que brinda atención a pacientes.

En este sentido, las medidas adoptadas por el sector trabajarán para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la descarbonización y las emisiones netas cero para el año 2050. Unas circunstancias que dependerán de establecimientos, sistemas, ministerios de salud, fabricantes y proveedores de bienes y servicios.

Responsabilidad del sector

El informe establece como una de las principales conclusiones la necesidad de “repensar” las políticas sanitarias. Además, destaca la inversión en salud para poder alcanzar los objetivos y “ejercer su influencia para que otros sectores hagan lo mismo”.

El sector de la salud puede ayudar a marcar el rumbo hacia un futuro “bajo en carbono, climáticamente inteligente, más equitativo y más saludable”. Para ello, se deben alinear los objetivos climáticos globales con el desarrollo, el crecimiento y la inversión en salud.

En esta línea, los investigadores lanzan seis acciones al sector de la salud para definir la trayectoria en base al Acuerdo de París y prevenir los peores impactos del cambio climático:

  • Reducir la huella climática del sector ahora.
  • Apoyar la transición de la sociedad hacia energías limpias y renovables.
  • Planificar las emisiones cero para 2050.
  • Lograr una asistencia climática inteligente.
  • Planes de acción gubernamentales y profundizar la investigación.
  • Salud y cambio climático.

Fuentes de emisiones

Respecto a las emisiones, el informe determina tres niveles de fuentes de emisiones:

  • El primer nivel, denominado de alcance uno, se corresponde con las emanadas directamente de los establecimientos de salud, equivalentes al 17 por ciento de la huella mundial del sector. El alcance dos hace referencia a las emisiones indirectas procedentes de fuentes de energía comprada, como la calefacción o la electricidad. Representan otro 12 por ciento. Por último, el alcance tres es el más significativo. Refleja el 71 por ciento de las emisiones, en referencia a la cadena de suministro del sector de la salud, que valora la producción o el transporte, entre otros elementos.
  • Dentro de esta clasificación, los combustibles fósiles desempeñan un rol central en relación a las emisiones, ya que representa más de la mitad de la huella climática del sector de la salud.