Los «plonnets» –un juego de palabras en inglés que combina planets (planetas) y moon (luna) – son el último hallazgo teórico que días pasados dio a conocer un grupo internacional de astrónomos.

La existencia de estos cuerpos celestes, fuera del sistema solar, es la conclusión a la que arribaron luego de de una serie de simulaciones computacionales en las que utilizaron distintos modelos físicos y astronómicos.

Los plonnets serían lunas que originalmente orbitaban planetas gigantes gaseosos, pero que fueron expulsadas y terminaron convirtiéndose en «nuevos planetas» al empezar a orbitar directamente en torno a su estrella.

Hasta el presente, ya se han descubierto más de cuatro mil exoplanetas en otros sistemas solares. Algunos son similares a Júpiter (o gigantes gaseosos), pero se encuentran más cercanos a su estrella, a distancias menores que las existentes entre la Tierra y el Sol. Se los llama «Júpiteres calientes».

Siguiendo la lógica de nuestro sistema solar, los astrónomos supusieron que así como los gigantes gaseosos poseen lunas, estos «Júpiteres calientes» también deberían tenerlas y comenzaron a observarlos para identificarlas. Pero a pesar de todos los esfuerzos, hasta el momento no lograron encontrarlas.

¿Dónde están esas exolunas? Para responder a ese interrogante, los astrónomos realizaron una serie de simulaciones tomando como punto de partida una idea aceptada en la comunidad científica: originalmente los planetas gigantes no «nacieron» tan pegados a su estrella, sino que migraron hacia ella desde una órbita más distante.

Así, observaron que durante esta migración, la fuerza combinada entre el planeta gigante gaseoso y la estrella pudo haber inyectado energía extra a la órbita de la Luna, empujándola hasta que eventualmente escapó y terminó convirtiéndose en un «ploonet».