El período legislativo de la cámara de diputados de Haití llegó a su fin ayer, anunció oficialmente el presidente del país caribeño Jovenel Moise, situación que deja paralizado al Parlamento y permite al presidente gobernar por decreto.

«Al nivel del Poder Ejecutivo, nosotros no tenemos ningún deseo de no organizar las elecciones en el país pero nos encontramos en una situación de hecho», dijo el lunes Moise, en medio de una grave crisis generalizada en la que está sumido el país hace dos meses.

Las elecciones legislativas y municipales que debían celebrarse en noviembre no se realizaron porque los legisladores no lograron acordar una fórmula para la organización de los nuevos comicios, incluso cuando Moise cuenta con mayorías.

La situación ha sido calificada de antemano por la oposición y sectores de la sociedad civil como una «deriva dictatorial».

Desde el verano (boreal) de 2018, violentas manifestaciones reclaman la retirada del presidente Moise, acusado de corrupción.

La economía de Haití, ya muy débil, entró en recesión en 2019 con una reducción del PIB nacional de 1,2%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Entre septiembre y diciembre de 2019, la escasez de combustible provocó protestas y una paralización de prácticamente todo el país, donde las escuelas llevan cerradas más de dos meses.

En declaraciones a periodistas, Moise anunció que con el sueldo de los parlamentarios inactivos, cifra que equivale a unos 16,3 millones de dólares, construirá 10 liceos.

«Ya tomé la decisión, al ver este monto esta mañana», dijo Moise.

Haití, donde viven 11 millones de habitantes, tres quintos de la población vive por debajo de la línea de la pobreza, con menos de dos dólares al día.