El cáncer de pulmón supone la primera causa de muerte por cáncer en el mundo. Se estima que en 2018 más de dos millones de personas sufrieron esta enfermedad y 1,8 murieron a causa de ella.

A pesar de los grandes avances de las últimas décadas en la prevención (disminuyendo el consumo de tabaco), el diagnóstico precoz y el tratamiento, la supervivencia a largo plazo es mucho menor que en otros tipos de cáncer. Esta situación ha orientado a la comunidad científica a desarrollar terapias personalizadas que puedan bloquear la alteración biológica de cada paciente o que estimulen su sistema inmune contra el tumor.
Un estudio multicéntrico, coordinado por el Cima y la Clínica Universidad de Navarra, ha identificado una molécula que no sólo predice el pronóstico de los pacientes con cáncer de pulmón, sino que puede abrir una vía al desarrollo de futuras terapias personalizadas.

 

“YES1 es una proteína que regula la proliferación de las células tumorales y su capacidad para generar metástasis. Se sabía que los niveles de esta proteína están elevados en varios tipos de tumores como el cáncer de colon, de hígado o melanoma. En este trabajo hemos demostrado que también aumenta en un 15% de los adenocarcinomas y un 25% de los carcinomas escamosos de pulmón, dos de los tipos más frecuentes de cáncer de pulmón. Además, esta alta expresión se asocia con un peor pronóstico de los pacientes, ya que aumenta la probabilidad de metástasis”, explica Irati Garmendia, primera autora de este trabajo desarrollado en el Programa de Tumores Sólidos del Cima.

 

Las conclusiones se han publicado en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, que ocupa el segundo puesto en el ranking internacional de publicaciones científicas sobre medicina respiratoria.
“Con los datos obtenidos confirmamos que al silenciar esta proteína se bloquea la capacidad invasiva de las células tumorales. Esta correlación resulta especialmente importante para orientar ensayos clínicos dirigidos a inhibir la actividad de esta familia de proteínas”, afirma Luis Montuenga, investigador senior del Programa de Tumores Sólidos del Cima y coordinador del Programa de Tumores de Tracto Respiratorio del CIBER de Cáncer (CIBERONC) (España) y codirector del estudio junto con Jackeline Agorreta.