La ministra de la Mujer, Janet Camilo, expresó ayer de forma categórica que “la violencia no se concilia”, y llamó a revisar el Código Procesal Penal con el objetivo de que se elimine el principio de justicia rogada, que posibilita los acuerdos y las conciliaciones, ya que entiende que en los casos de violencia de género no deben existir esas salidas.

En conversación telefónica con el Listín Diario, Camilo planteó que el país tiene que analizar en qué área se aplica o no ese principio del Código Procesal Penal, porque le quita al juez la capacidad de decidir y se la da a las partes para que hagan el acuerdo que entiendan, que el magistrado luego aprueba.

“No estoy de acuerdo con la conciliación, porque la violencia no se concilia, porque en una relación de poder desigual no se negocia”, advirtió la funcionaria gubernamental.

A la vez, Camilo cuestionó el acuerdo que auspició el ministerio público de San Pedro de Macorís en favor del empresario Yasmil Fernández con  su expareja, la abogada Anibel González, lo cual le permitió salir de la cárcel y luego  asesinarla a balazos con un niño en sus brazos, el pasado fin de semana.  Fernández también se quitó la vida,

Sostuvo que en ese caso se aplicó el principio de la justicia rogada, porque las partes se pusieron de acuerdo, el cual insiste no se debe aplicar en violencia de género.

La ministra de la Mujer consideró, además, que las órdenes de alejamiento no han servido para proteger a las víctimas de los feminicidios.

Señaló que la violencia se previene con educación en igualdad de género, porque el tema implica un cambio de cultura, ya que la sociedad todavía justifica la violencia.

“Romper el círculo de la violencia para una mujer que es víctima de violencia es muy difícil, porque estamos hablando de que son dependientes de una relación de poder que las hace sentir inferiores, amenazadas y toman las decisiones desde ese temor y ese miedo que ese verdugo las hace sentir, que puede ser no solo proteger su vida sino también las de sus hijos y sus hijas”, expresó.