Lilian Tejeda, Santo Domingo, RD.-  Desde la última crisis económica mundial (2008) la riqueza de las personas más ricas del mundo se ha incrementado considerablemente. Cada vez hay más milmillonarios cuya riqueza también va en aumento.

Se estima que la riqueza de los milmillonarios que hay en el mundo se incrementó en 900, 000 millones de dólares sólo en el 2018, lo cual equivale a un incremento aproximado de 2,500 millones de dólares diarios, según el informe “¿Bienestar público o beneficio privado?” publicado en enero de este 2019 por la Oxfam.

“Los milmillonarios son más ricos que nunca. Entre 2017 y 2018, cada dos días surgía un nuevo milmillonario en promedio”, establece el informe de la organización internacional.

A pesar de que la riqueza de los milmillonarios (personas cuya fortuna es superior a los mil millones de dólares, libras, euros u otra moneda) crece a un ritmo de 2,500 millones de dólares al día, las élites económicas y las grandes empresas tributan a los tipos más bajos de las últimas décadas, consta en la publicación.

“Los súper ricos ocultan a las autoridades fiscales al menos 7.6 billones de dólares, eludiendo el pago de aproximadamente 200,000 millones de dólares en concepto de impuestos”, precisa el informe.

¿Cómo lo hacen?

Son varios los factores que impiden garantizar que los ricos tributen lo que les corresponde. Algunos lo hacen llevando su dinero a lo que se conoce como paraísos fiscales, que son países con condiciones tributarias favorables para los milmillonarios.

“Las empresas multinacionales se aprovechan de los vacíos legales para transferir sus beneficios a paraísos fiscales, eludiendo así el pago de impuestos. Esto supone a los países en desarrollo una pérdida de ingresos fiscales del impuesto de sociedades estimada en aproximadamente 100,000 millones de dólares”, estima la Oxfam.

Otra forma en que la que los súper ricos se benefician y dejan de pagar impuestos es mediante las exenciones fiscales que los Gobiernos conceden a las empresas en aras de atraer inversiones.

“Los Gobiernos de los países en desarrollo pierden enormes cantidades de dinero a causa de las exenciones fiscales innecesarias que se ofrecen a las empresas. Es urgente que se ponga en marcha un conjunto de reformas globales más ambiciosas de la tributación empresarial”, plantean los expertos en el informe.

El estudio precisa que aunque durante mucho tiempo se ha defendido la visión de que imponer una mayor carga fiscal a los más ricos es perjudicial para el conjunto de la población porque frenaría el crecimiento económico, estudios han demostrado que en la mayoría de los países existe un margen considerable para aumentar la tributación de los más ricos sin que esto repercuta negativamente en las economías.

Recientemente en Chile se echó para atrás un proyecto ley que pretendía rebajar los impuestos a los más ricos de ese país.