Al final del año fiscal 1999, que acababa el 30 de junio, Microsoft seguía creciendo y creciendo desde los puntos de inflexión que supusieron los éxitos de Windows 95 y 98. De hecho, aquel año logró la capitalización bursátil más alta lograda por una compañía, con 618.900 millones de dólares (851.000 millones de dólares de 2018), hasta que Apple la superó en 2012.

En la carta a accionistas de cierre de año fiscal, el por entonces CEO Bill Gates destacaba que los «PCs gozan de una imperecedera popularidad, este año se venderán más de 100 millones de unidades en todo el mundo. […] unque las ventas mundiales de PCs hayan demostrado ser considerablemente fuertes, lo más probable es que disminuyan durante el próximo año y a medida que se vuelven más complejas las actividades empresariales de Microsoft, crecen exponencialmente los retos y riesgos estratégicos que se nos interponen».

La situación que Bill exponía respecto al PC en junio de 1999 recuerda mucho a la que desde hace algún tiempo escuchamos en la industria móvilAl PC en 1999 le quedaba mucho crecimiento, y es que hasta 2011 no alcanzó su pico, con 352 millones de unidades anuales, pero Microsoft ya sabía que podían venir tiempos peores, como ahora hacen los fabricantes de smartphones, que buscan qué viene después desde hace años.

En tan sólo ocho años se pasó de hablar de complementar al PC a hablar de sustituirlo, como hoy hacemos en muchas tareas

Respecto a ahora, choca el momento del PC por entonces, cuando ofrecía «la clase de poder informático que sólo se podía conseguir en los departamentos de informática de las grandes empresas hace apenas una década». De igual manera, nadie podía imaginar lo que el móvil supondría para tantos millones hace poco más de 10 años. Respecto al futuro de la computación, en 1999 lo próximo no era trascender o suceder al PC, sino sumarle:

La era «PC-Plus» tratará sobre conectividad, flexibilidad y simplicidad. Será una era en la cual el punto de atención es la gente, donde la tecnología es una extensión natural de lo que los consumidores y empresas piensan de sí mismos y de sus interacciones con los demás. La combinación de experiencia, recursos e investigación por la cual se destaca Microsoft, nos pone en una posición muy favorable para transformar esta visión en una realidad.

Bill Gates seguía hablando del PC como del centro de toda la experiencia, algo que sólo ocho años después de esas palabras comenzó a cambiar radicalmente y a escala masiva con el lanzamiento del iPhone.

No hay duda que su PC continuará siendo el centro de la informática en el hogar, en el trabajo y en los centros educativos, pero se le unirá un gran número de nuevos aparatos y dispositivos inteligentes, desde PCs de bolsillo y PCs para coches hasta teléfonos celulares diseñados para funcionar con Internet.

El fundador de Microsoft menciona los dispositivos que se le unirán, como celulares diseñados para funcionar con Internet. La compañía llegó a tener una cuota considerable con Windows Mobile (12% en 2006 y 2007, en el momento previo a la explosión), pero en lugar de apostarlo todo a ese futuro, siempre fue un área que contaba con recursos muy inferiores a los de Windows, aunque a decir verdad, el protagonismo de XP en la primera década del siglo tampoco estuvo basado en la innovación.