En el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) continúan las injusticias, traslados y maltrato a empleados, con la aprobación y apoyo del director ejecutivo, ingeniero Horacio Mazara. 

Del departamento de Comunicaciones y Relaciones Públicas han sido trasladados 14 empleados (dentro de estos tres periodistas, dos camarógrafos y un diseñador gráfico) en los últimos meses de junio y julio del año en curso, y seguirán los movimientos de personal según una fuente externa de este medio.

La nueva encargada del referido departamento, la señora Esmararda Montero Vargas, quien según la nómina de la entidad tiene un sueldo de 125 mil 400 pesos, fue recomendada por la amante del señor Mazara, la licenciada Gérolis Lagrange de 33 años de edad.

Se dice que Lagrange era la candidata a ser la encardada del Departamento de Comunicaciones para sustituir al en ese entonces encargado, el señor Euriden Luciano, pero los planes se vieron tronchados debido a que el romance llegó a oídos de la esposa del titular de la entidad y la referida joven se vio en la obligación de renunciar.

Supuestamente Lagrange maneja todo desde fuera y es la que dispone los movimientos que se están realizando.

Se dice que la orden de Mazara es acabar con el anterior grupo que formaba parta de este departamento, en venganza y represalia contra los que supuestamente divulgaron el amorío, tanto es su enojo que hasta llegó a decir en una reunión que «el que no este a gusto con los cambios que se vaya».

Ocho nuevos empleados se integraron al departamento de prensa de la referida entidad y ganan entre 45 a 50mil pesos, según dicen su actitud hacia los viejos empleados es atropeyante.

Los viejos empleados del departamento de prensa de esa institución dicen que se viven momentos de tensión e incertidumbre, dicen que la nueva encargada es altanera, menosprecia su talento y experiencia, ha aislado a los pocos que quedan y solo se auxilia de su nuevo equipo, además  ha prohibido la entrada de empleados de la misma entidad al departamento.